Un estadounidense que en 2021 ganó una plaza para la primera misión turística espacial de la nave Dragon, de la compañía SpaceX, cedió el lugar a un amigo suyo porque su peso excedía el máximo permitido para poder participar en el viaje. Kyle Hippchen tuvo que renunciar al viaje porque pesaba 36 kilogramos más del máximo permitido por la compañía para participar en sus misiones espaciales comerciales. "Duele demasiado. Estoy increíblemente decepcionado. Pero es lo que hay", admitió Hippchen.
Comentarios
Si hubiese sido yo, he habría pasado sin comer el tiempo que hiciese falta, e incluso comería huevas de solitaria si fuese necesario, pero nadie me impediría subirme a esa cápsula.
#2 Yo habría subastado la plaza y habría usado el dinero para causas benéficas*.
*Pagar las deudas de un pobre, las mías.
Lo hizo por una razón de peso.
Como piloto, el estadounidense era consciente de que los requisitos de peso son estrictos, y a la vez comprendía que perder más de 30 kilogramos en los ocho meses que faltaban para el viaje "es posible, pero no es lo más saludable del mundo".
No veo tan descabellado perder treinta kilos en ocho meses, y más si la recompensa es ir al espacio. Y pesar habitualmente ciento cincuenta kilos, falta saber su altura, tampoco es muy saludable que digamos.
Pues ha tenido mala suerte, encontrar un gordo en EEUU tampoco es facil.