La nueva Estrategia de Salud Mental 2022-2026, a la que ha tenido acceso elDiario.es y cuya aprobación está prevista para este jueves, presta especial atención al suicidio y admite las debilidades del sistema público, pero no incluye partidas específicas. Según indica, las empresas tendrán que integrar en sus planes de prevención la salud mental de los trabajadores.
#1 "El teletrabajo, el empleo de las tecnologías de información y comunicación, el incremento en el volumen y velocidad de información y la utilización creciente de la externalización y la subcontratación" se presentan como "aspectos clave" en el posible desencadenamiento de problemas psicológicos en el entorno laboral.
#4 Y caudadas por fomentar el mal trato entre empleados. Eso de favorecer al lameculos que se dedica a putear a los compañeros para ascender puestos provoca malestar y mal ambiente es malo para la salud mental y para la economía del país.
Neoliberalismo; liberalismo “extremo” donde se traslada al sector privado servicios asumidos tradicionalmente por la administración, tales como sanidad, educación o seguridad.
Comentarios
Admite las debilidades del sistema público, pero que se encarguen las empresas.
#1 "El teletrabajo, el empleo de las tecnologías de información y comunicación, el incremento en el volumen y velocidad de información y la utilización creciente de la externalización y la subcontratación" se presentan como "aspectos clave" en el posible desencadenamiento de problemas psicológicos en el entorno laboral.
Esto solo pasa en el entorno publico no?
#1 En muchas ocasiones el estrés, la ansiedad o la depresión son causadas por el trabajo así que no me parece tan mal.
#4 Y caudadas por fomentar el mal trato entre empleados. Eso de favorecer al lameculos que se dedica a putear a los compañeros para ascender puestos provoca malestar y mal ambiente es malo para la salud mental y para la economía del país.
Las empresas públicas también?
#2 menuda discriminación. Yo pago la de los funcionarios y ellos no pagan la mía
Neoliberalismo; liberalismo “extremo” donde se traslada al sector privado servicios asumidos tradicionalmente por la administración, tales como sanidad, educación o seguridad.
No está mal para el gobierno más progresista.