“Solo entramos a la parte más accesible, lo que es una pequeñísima parte del parque natural, pero los aficionados al submarinismo nos dicen que si viéramos lo que encuentran debajo del agua nos echaríamos a llorar”, lamenta Santiago, uno de los voluntarios.
He participado en un montón de recogidas de residuos bajo el agua y, sí, es realmente acojonante, desolador y vomitivo ver cómo se queda el fondo tras la temporada turística.
Casi todo lo que se ve ahí es residuo de saqueadores: trampas, palangres, cabos, consumibles de día de pesca y de limpiar el bote, ya que lo sacan para delinquir... Y luego habrá material miedoso común a toda la costa, pero ahí me da por pensar que es una cuestión de furtivismo rapiñante mierdero, del típico hijoputa autóctono que piensa que todo el monte es orgasmo y suyo.
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He participado en un montón de recogidas de residuos bajo el agua y, sí, es realmente acojonante, desolador y vomitivo ver cómo se queda el fondo tras la temporada turística.
Mientras siga habiendo voluntarios las administraciones competentes no tendrán que contratar a nadie ni necesitarán tomar medida alguna.
Casi todo lo que se ve ahí es residuo de saqueadores: trampas, palangres, cabos, consumibles de día de pesca y de limpiar el bote, ya que lo sacan para delinquir... Y luego habrá material miedoso común a toda la costa, pero ahí me da por pensar que es una cuestión de furtivismo rapiñante mierdero, del típico hijoputa autóctono que piensa que todo el monte es orgasmo y suyo.