En un acto de suprema petulancia, tal vez digno de José Mourinho, Cameron decidió abandonar el terreno de juego y no volver, después de haber tirado su chándal y la camiseta de su equipo tras él. Como Richard Dawkins dijo con tanta elocuencia en su video Brexit comisionado por Newsnight de la BBC, las enmiendas constitucionales son, o deberían ser, difíciles de lograr: en Estados Unidos, se necesita una mayoría de dos tercios en ambas cámaras del Congreso…
Comentarios
Pues no sé por qué. Cameron estaba en contra del Brexit, pero la mayoría de su partido y la sociedad británica quería un referéndum para decidir sobre ello. Y él escuchó al pueblo. La responsabilidad recae por entero para aquellos que votaron, esto es, el pueblo británico.
Cameron ganó el referéndum de Escocia según le asesoraron los estadísticos, y se vino arriba e hizo el del Brexit.
En el artículo menciona que tal vez, una decisión de tanta trascendencia para el pueblo futuro y que afecta tanto a tantos, debería conseguir una mayoría de dos tercios en ambas cámaras de representación; o alguna otra forma que no dependa de un calentón puntual y un 51% en una única medida.