En este artículo se enfrenta la España de los años 60, donde el bikini supuso una apertura cultural y social, frente al burkini, que está enfrentando, en la actualidad, a ciertos sectores de Occidente con la comunidad islámica. La gran diferencia entre aquella época y la actual, es que entonces se partía de prohibición para conquistar espacios de liberad y ahora en nombre de la libertad se prohíben y censuran comportamientos que atañen a la libre elección del individuo.
Comentarios
#4 Que te sacrificaras un poco por las demas.
Es un tema muy delicado, una balanza con sus pros y contras, donde cada uno la ve inclinada hacia un lado.
#5 No se puede cambiar los usos y costumbres de una comunidad determinada mediante la prohibición. Esto nunca se ha producido en la historia, al margen de la legitimidad que tengamos para establecer nuestro marco cultural como referencia máxima del bien común al que el resto de cultura se han de adaptar. Por otro lado, cuando vemos fenómenos parecidos dentro de nuestra cultural, al que no asociamos elementos negativos que se desarrollan en paralelo, por ejemplo una monja no hacemos el mismo juicio de valor. El problema es que a las mujeres musulmanas que usan burkini les estamos cargando con todos los prejuicios del yihadismo y más con el verano de atentados que hemos tenidos, por tanto, no estamos siendo neutrales.
"El espacio público debe ser un espacio compartido de usos y costumbres libremente elegido por los miembros que participan de este, sin ningún tipo de coacción ni coerción, siempre y cuando su uso no implique a terceras personas. "
Pues por eso mismo es uno de los problemas del Burkini, burka o velo, su imposición por las sociedades islámicas (incluyo aquí barrios de mayoría musulmana y simpáticos maridos y vecinos).
#3 ¿Qué pasa cuando uno decide llevarlo libremente?
Vamos a hablar claro, lo del burkini no es más que la punta del iceberg, una batalla más en una guerra con muchos frentes abiertos. La animadversión que levanta el islam a una parte creciente de Occidente tiene raíces más profundas y, seguramente, insalvables.
yo quiero ver un burtanga