El hospital público Ramón y Cajal, cuarto centro más grande de la Comunidad de Madrid, catalogado de alta complejidad y con 13 unidades de referencia nacional decretadas por el Ministerio de Sanidad, echó mano de diversos trucos para adjudicar a dedo cien millones de euros al menos en 2012, durante la presidencia de Esperanza Aguirre. Incluyó desde la derivación de pruebas y tratamientos a clínicas privadas a la compra de fármacos y las obras del edificio, según plasmó la Intervención regional en un documento.
Comentarios
Todos la engañaban. Muchos se aprovecharon de ella porque es buena, bondadosa y confía en la gente.
Si que gestionaba bien los hospitales...
Es de lo que se ocupaba la rata ... o eso dijo, de los hospitales, le explicaria bien como gestionaba ella la comunidad que se parece mucho a eso.
#1 ¡La esperanza trucada!
Mientras quien gobierne siga designando a quienes van a decidir nos encontraremos con estas situaciones, además de pasar auditorias anuales también independientes, no que tapen toda la porquería hasta que esta ya no quepa debajo de la alfombra.