La Fundación Internacional Franz Weber y la ONG lanzaroteña Ademal han presentado un informe veterinario de 17 páginas que denuncia las “inaceptables condiciones” que sufren los dromedarios utilizados para pasear a los turistas en Lanzarote, tanto en la zona del Parque Nacional Timanfaya como en otras zonas donde se ofrecen estas excursiones.
Pasa con cualquier animal que haga una actividad económica en zona turística: sean delfines en una piscina donde estás con ellos, elefantes para moverte por la selva india, bueyes moviendo molinos o gallinas en un corral (fixed: una nave industrial llena-mierda). Cuando económicamente te sale positivo "quemar" al animal, las condiciones para el animal van a ser paupérrimas, porque no sale a cuenta tener el doble o triple de animales para sacar el mismo rendimiento con el doble o triple de gasto, solo para que "dure" un 20% más de tiempo activo. La única salida es limitar por ley (y vigilar activamente, sino estamos en las mismas) qué actividades y en qué condiciones se puede trabajar con los animales, pero si ya en Occidente eso suena aún a fábula, no digamos en Oriente Medio, Asia o Latinoamérica.
Comentarios
Aquí el informe completo con imágenes:
https://cutt.ly/8zbN7L4
#1 Creo que he empatizado con los dromedarios
#3 Pobrecitos da mucha pena verlos
La verdad, esta noticia me parece más interesante que las mierdas políticas de Madrid y cosas del estilo.
Espero que llegue a portada.
Pasa con cualquier animal que haga una actividad económica en zona turística: sean delfines en una piscina donde estás con ellos, elefantes para moverte por la selva india, bueyes moviendo molinos o gallinas en un corral (fixed: una nave industrial llena-mierda). Cuando económicamente te sale positivo "quemar" al animal, las condiciones para el animal van a ser paupérrimas, porque no sale a cuenta tener el doble o triple de animales para sacar el mismo rendimiento con el doble o triple de gasto, solo para que "dure" un 20% más de tiempo activo. La única salida es limitar por ley (y vigilar activamente, sino estamos en las mismas) qué actividades y en qué condiciones se puede trabajar con los animales, pero si ya en Occidente eso suena aún a fábula, no digamos en Oriente Medio, Asia o Latinoamérica.