Dice la RAE que acatar significa “Tributar homenaje de sumisión y respeto”. Y también “Aceptar con sumisión una autoridad o unas normas legales, una orden, etc.”. La inmensa mayoría de los políticos, tras una sentencia que no les gusta, afirma: “La acato, pero no la comparto”. De tanto repetirlo, ha acabado cundiendo la idea de que una sentencia, incluso una ley, siempre debe ser acatada. De hecho, ese “la acato, pero…” se ha convertido en el latiguillo más repetido en los medios de comunicación: De los políticos ha pasado a analistas"
Comentarios
No la respetas, pero si la acatas, porque no te quedan más cojones, vaya.
Artículo plagado de inexactitudes cuando no directamente falacias. Completamente prescindible.
Uno puede no estar deacuerdo con una sentencia y protestar por ello. Claro, nadie dice lo contrario. Cosa distinta es que esa protesta derive en actos vandalicos, lo que es injustificable e Intolerable. Y no veo mención alguna a ello en el artículo.
Cristina Fallarás
#5 ...y cómo eliges a ese alguien?... lo elegirías tú, supongo... para que dicte las sentencias que te gustan... o, mejor aun, tú mismo podrías ser el juez, así se dictarían todas las sentencias según tu idea de justicia.
Conclusión: si no te gusta una sentencia, no la acates, saca a la gente a la calle para cambiarla... o, mejor aun, sustituyamos a los jueces por grupos de exaltados en las calles, el que consiga reunir a más gente, tiene la razón.
#4 mejor aún!
Saca los jueces y oon a alguien a ompartir justicia en vez de venganza.