Lo peor de todo es que nadie en concreto tiene la culpa; la tienen todos, incluso tú. Los atascos son la escenificación gráfica más accesible de la teoría del caos. Se presume que hay un conductor desencadenante. Alguien, de pronto, a mucha distancia, frena. ¿Motivos? Las intersecciones, carriles de salida, las rotondas: los coches no superan estos obstáculos de manera coordinada, hay segundos de espera innecesarios que se acumulan y se multiplican coche a coche, con frenadas cada vez más largas, hasta encasquillar el tráfico.
Comentarios
#10 si es que la unica forma de librarte de estos problemas es ir andando...
Alguien, de pronto, a mucha distancia, frena. ¿Motivos? Las intersecciones, carriles de salida, las rotondas
Ciclistas circulando en paralelo...
#4 Mujeres al volante.
Adiós karma adiós.
El asfalto debe ejercer algún tipo de atracción sobre los imbéciles. Se concentran y activan en cuanto meten el coche/moto en la circulación.
#3 El verano, más bien.
#13 Que va, imbéciles hay todos los días. Si te mueves habitualmente por carretera en un trayecto repetido, acabas hasta conociéndolos.
No haberte ido de vacaciones.
#2 que mala es la envidia
#5 yo me fui en tren. No pillé atascos
#6 hace tiempo que estan tranquilitos, que no lian ninguna huelga...
#9 igualmente me tocó pringar. Dos horas tirado por la tormenta del siglo.
#6 hace tiempo que no uso el coche para mis desplazamientos vacacionales
"Hasta ahí, todo parece lógico. Pero hay más motivos: un conductor ha visto una liebre hecha compota en el arcén y curiosea; da un beso a su pareja; enciende un cigarro; o ha detectado a un turismo majadero que, por ejemplo, no respeta la distancia de seguridad. Entonces oprime el pedal de freno e inicia una cadena de luces rojas."
Hay que descentralizar