Hace 7 años | Por --373686-- a washingtontimes.com
Publicado hace 7 años por --373686-- a washingtontimes.com

Comencemos con una pregunta sencilla: ¿está bien que un embajador de Estados Unidos haga chantaje a un partido político para darle ventaja a otro partido - en un país extranjero? Vamos a dar un paso más allá. ¿Está bien que un embajador de Estados Unidos dicte la política al gobierno de un país extranjero, bajo la amenaza de "consecuencias", si ese gobierno no sigue sus dictados? ¿Es aceptable para un embajador de Estados Unidos impulsar la agenda de un millonario húngaro-estadounidense y las organizaciones que financia, y no los intereses de

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Traducción: ANÁLISIS / OPINIÓN:
Comencemos con una pregunta sencilla: ¿está bien que un embajador de Estados Unidos haga chantaje a un partido político para darle ventaja a otro partido - en un país extranjero?
Vamos a dar un paso más allá. ¿Está bien que un embajador de Estados Unidos dicte la política al gobierno de un país extranjero, bajo la amenaza de "consecuencias", si ese gobierno no sigue sus dictados? ¿Es aceptable para un embajador de Estados Unidos impulsar la agenda de un millonario húngaro-estadounidense y las organizaciones que financia, y no los intereses del gobierno de Estados Unidos, intereses que incluyen un proceso democrático abierto y la capacidad de las instituciones del gobierno extranjero para llevar a cabo Sus obligaciones?
¿Y si te dijera que el primer ministro de ese país asistió a la boda del multimillonario liberal George Soros? ¿Qué pasa si le dijera que el Sr. Soros ha estado apoyando a un gobierno en Albania que los críticos dicen que se ha beneficiado de un furioso tráfico de drogas que está matando a miles de personas en toda Europa? ¿Qué pasaría si este embajador de los EE.UU. estuviera tratando de cerrar la investigación de una de las compañías más grandes de Albania mientras predicaba sobre la necesidad de tomar una posición contra la corrupción oficial?
Todo comenzó hace unas semanas en la pequeña nación de los Balcanes, donde está en marcha un esfuerzo por reformar el sistema judicial de la nación. El embajador de los Estados Unidos, Donald Lu, que trabajó con el partido respaldado por Soros en el poder, canceló las visas de los Estados Unidos para aproximadamente 70 miembros del Partido Democrático de oposición, quienes estaban a la vanguardia para ser nombrados como funcionarios judiciales en el país. Esta acción descaradamente partidista y antidemocrática puso al país en una crisis política.
En un comunicado, la Embajada de los Estados Unidos en Tirana confirmó que había "revocado las visas de no inmigrantes de varios países de Albania

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#16 ¡Me alegro! Un éxito mutuo.

Hasta la próxima, que no es la primera vez que debatimos. kiss

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#4 y justo Soros es quien ha abogado por regular Wall Street y los mercados financieros.
Ya... pero curiosamente también ha abogado por muchas más cosas, pero para mi la más importante y la que le define realmente es el intento de restar poder a los estados en beneficio de las grandes corporaciones con el TTIP como máximo exponente.

Soros es famoso por apoyar las causas más progresistas, desde la ideología de género hasta la tribalización racial, pero su idea fija, su obsesión, parece ser acabar con las fronteras y las identidades nacionales. Quizá el haber sido el primer niño del mundo que aprendió y hablaba el Esperanto, idioma artificial con pretensiones de lengua mundial, le haya marcado en este sentido.

Las finanzas no tienen patria

En esto, naturalmente, sus intereses y los de sus colegas, los financieros internacionales, van de la mano de sus ideales. Las finanzas no tienen patria, y las multinacionales no se llaman así por su apego a las naciones donde su fundaron. Estas tienen mucho que ganar con el flujo masivo de inmigrantes, que abaratan el nivel salarial, y con la deslocalización, es decir, llevando la producción donde las regulaciones de todo tipo -laborales, medioambientales o de seguridad- son bastante menos onerosas que en los países donde venden sus productos. Para los financieros, por su parte, la existencia de ordenamientos jurídicos, sistemas monetarios y regulaciones diferentes de un país a otro es un coste irritante y un engorro.

Y son, recordemos, los que financian cualquier otra institución, desde gobiernos a ONGs, desde universidades a medios de comunicación, desde Hollywood a Madison Avenue.

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#5 ¿Cuantos años llevamos plantando cara al TIPP para que llegue Trump y se lo cargue en una mañana? roll

Soros no es el único ricachón que tiene ideas políticas. Mas bien me dan pena cualquiera que no las tiene, pues suele ser la mayoría ignorante sin criterio, sin visión, sin respuestas.

En cierto sentido empatizo con Soros, como puedo hacer con Putin o con Trump. Yo tambien quiero transformar la realidad a mi imagen y semejanza, y ello nos diferencia de un tercio que no va a votar y otro tercio que siempre vota a "los suyos". roll

A ver que pasa en vista alegre, me voy a participa.podemos.info a votar por Errejon. Espero que no sea el fin de Podemos, que lo de la democracia queda muy bonito sobre el papel, pero la mitad de los que votan lo hacen "a los suyos".

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#6 No sé a donde quieres llegar... está claro que es legítimo invertir dinero y esfuerzos en las causas que consideres oportunas.
Mi indignación más que con Soros es con la prensa y periodistas que omiten las partes de la realidad que no benefician a sus intereses.
Que Soros invierte dinero en medios de comunicación, ONGs y lo que haga falta?. Me parece perfecto, pero llamemos a las cosas por su nombre y no obviemos una parte muy importante de la información.
La prensa española de izquierdas nunca habla de Soros, como si no existiera. Eso si que me indigna, porque es una persona muy relevante, con la que se puede coincidir o no pero hacer como si no existiera es lo más patético que puede hacer un periodista. Si estás de acuerdo con lo que hace defiéndelo, que puede tener posturas legítimas en muchas ocasiones.

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#8 La prensa y periodistas escupen mierda a los "enemigos", que es lo que quieren sus lectores. Son esos millones deseosos de ver como escupen mierda a sus enemigos quienes me dan miedo y son el problema, pues llevamos el relativismo en la genetica, por ejemplo, que los de nuestra familia son buenos y los de fuera no lo son.

Sinceramente, sobre Soros no se mas que el que está de moda escupirle, lo cual es lo que criticamos a "la prensa y periodistas". En el mundo hay mas de 7 mil millones de personas y Soros solo es una gota en el oceano.

El demonio los llevamos en los gentes, TODOS, y es el relativismo, justo el que todos negamos convencidos de que somos objetivos y que todas nuestras decisiones son conscientes. Mientras busquemos culpables no estamos viendo que la realidad es la suma de nuestros vicios individuales.

Un ejemplo lo tienes en que Soros ha "perdido", y un outsider como Trump esta en la Casa Blanca.

D

#10 Que está de moda escupir a Soros es una valoración tuya que yo desde luego no comparto. Es más, para mi Soros y el trato de la izquierda hacia él es el más claro ejemplo de como la socialdemocracia se ha corrompido hasta el punto de defender los intereses de un multimillonario proglobalización totalmente contrarios a los de los trabajadores a los que dicen representar.
Siempre habrá un Soros o un Murdoch, que inviertan su dinero en crear opinión, pero el nivel en el que nos encontramos supera todas mis expectativas. Y todo esto en la era de internet donde la mayoría de la población tiene acceso a infinidad de información y opiniones es más sangrante todavía.

#11 ¿No me digas que eres un socialdemocrata de esos que hacen todo lo posible para cargarse la conciencia de clase?
Yo no hablo de aliados ni de enemigos, hablo de intereses comunes. Si tú no quieres oír hablar de bandos has de saber que hay una parte que no lo ve así y se organizan para defender los intereses que los unen. Y justamente por esto, un bando se organiza y otro no, es lo que nos ha llevado a revertir la tendencia de los últimos siglos de una clase social con respecto a otra.

D

#12 Antes se escupía mas a Milton Friedman, y daba Zascas porque en gran parte es el padre de la RBU, allá por los años 60, cuando parió el termino Negative Income Tax, la idea de usar la declaración de la renta para compensar a quienes no tuvieran un mínimo de ingresos. Se diseñaron 4 grandes experimentos como ahora está haciendo Finlandía.

Durante la huelga de controladores aéreos avisé a la marabunta que les escupían que un día les tocaría a ellos, y nadie protestaría.

La lucha de clases se la ha cargado el éxito material. Quien tiene sus necesidades cubiertas no ve en su vecino a un aliado, sino a un enemigo con quien compararse y tener la autoestima alta si tiene mejor coche, o baja si el coche es peor.

¿Clase social? Nadie quiere ser un "Cani", un "chab". Todos somos "clase media". roll

Despierta querido Chamizo, estamos en el S.XXI y millones votan a PPSOEC's, y no estan equivocados, ni engañados, ni son tontos, ni les falta formación, ni tienen un exceso de dioptrias.

D

#13 Puedes utilizar todos los términos despectivos que quieras para nombrar a la clase obrera. Es bien sabido que funcionan. Pero la triste realidad es la que es y por muchos adjetivos que le pongas seguirá siendo la misma que hace 100 años. Trabajo contra capital.
Claro que la época de consumismo que nos ha tocado vivir a contribuido a borrar la conciencia de clase de las cabezas de muchos asalariados, no así de la otra parte que se han coordinado mucho mejor que nunca.
¿El culpable? pues todos somos un poco responsables, pero sin duda la prensa. Y sobretodo la prensa supuestamente de izquierdas. Y esta noticia querido Disgusto es la demostración fehaciente de que un rico con 4 duros literalmente puede controlar lo que dice por ejemplo eldiario. es y así buena parte de opinión de la izquierda de un país relativamente avanzado como es España, para que acabemos adorandole la sardina un financiero proglobalización, la misma globalización que nos ha hecho pasar de ser ricos a pobres en una sola generación. Eso si, todo muy democraticamente.

D

#14 Estas matando al mensajero. No se me caen los anillos por ser un obrero, ni por ser cani o chab.

Vas de santo por la vida que quiere salvar a los que no quieren ser salvados. Tu justo fin es el martirio.

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#15 Gracias... me has hecho reflexionar. Y la verdad, también reír.

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#5 ALEA JACTA EST.

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#7 Si alguien que justifica los movimientos proglobalización de Soros vota por Errejón, me ayuda a comprender la realidad de la izquierda española.

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#9 No soy tu enemigo, ni el de Soros, ni soy tu aliado, ni el de Soros.

Pablo Iglesias me cae bien, pero con el tema de Ucrania escogió un bando y ahí la cagó conmigo, y eso fue antes de que liderara Podemos.

No me gustan los bandos, pues justo ese es el "sistema" que corrompe.

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Con Trump follandose a America y sus "valores", escupir a Soros ya no es lo mismo. roll

¡Sorpresa! Hay millonarios que usan sus tiempo y esfuerzo en política... como yo pero con mucha menos pasta, que además es deducible. roll

D

#2 Cada uno se gasta su dinero en lo que quiera. Lo que no puede ser es que los medios lo presenten como un filántropo cuando no lo hace por filantropía si no por poder.

Aprovecho para colgar aquí un artículo que no me deja subir a menéame porque la fuente plagia noticias. Ya sé que lo escribe un facha redomado, pero es que la prensa de "izquierdas" no puede hablar sobre Soros porque tiene la lengua metida en su culo.
http://eju.tv/2017/02/soros-contra-trump-la-batalla-final/

Como en una película de acción de ritmo trepidante, la actualidad internacional se precipita a un desenlace cada día más inevitable en un duelo final entre Trump y su némesis, George Soros. La coexistencia pacífica de ambos poderes es cada día menos verosímil: sólo puede quedar uno.

La realidad no suele ser tan dramática. En otras circunstancias, el financiero internacional de origen húngaro y el presidente norteamericano podrían seguir actuando indefinidamente, cada uno en su esfera, cada uno intentado contrarrestar la acción del otro. Pero no vivimos una situación normal.
Lo penúltimo -con Soros, como con Trump, nada es ‘lo último’- que se ha sabido es que el magnate internacional no solo financió generosamente la campaña de Hillary Clinton en las elecciones, sino a varios de sus supuestos rivales, políticos del Partido Republicano que, esperaba, podrían parar los pies a Trump.

Empleados del ‘hedge fund’ Soros Fund Management donaron decenas de miles de dólares a figuras relevantes del Partido Republicano rivales de Trump en 2016, como Paul Ryan, Marco Rubio, Jeb Bush, John McCain, John Kasich y Lindsey Graham.
Soros contra Trump: la batalla final




Como en una película de acción de ritmo trepidante, la actualidad internacional se precipita a un desenlace cada día más inevitable en un duelo final entre Trump y su némesis, George Soros. La coexistencia pacífica de ambos poderes es cada día menos verosímil: sólo puede quedar uno.

La realidad no suele ser tan dramática. En otras circunstancias, el financiero internacional de origen húngaro y el presidente norteamericano podrían seguir actuando indefinidamente, cada uno en su esfera, cada uno intentado contrarrestar la acción del otro. Pero no vivimos una situación normal.



Soros, uno de los personajes más fascinantes de nuestro tiempo, habría perdido ya mil millones de dólares con la elección de Trump, y parece decidido a apostar hasta el último céntimo de su fabulosa fortuna en un proyecto mundial que coordina a través de numerosas organizaciones, todas ellas subordinadas a la Open Society Foundation.

Apenas hay asunto de interés, conflicto, debate o pugna electoral detrás de la cual no se vea la mano del millonario tratando de arrimar el ascua a su sardina: la crisis de los refugiados, los disturbios raciales en Estados Unidos, el golpe de Estado en Ucrania, el referéndum británico, la guerra siria, las marchas contra Trump, el recuento en Pensilvania y Michigan, la posición del Vaticano, las protestas en Berkeley… Elija asunto, seguro que está.


Lo penúltimo -con Soros, como con Trump, nada es ‘lo último’- que se ha sabido es que el magnate internacional no solo financió generosamente la campaña de Hillary Clinton en las elecciones, sino a varios de sus supuestos rivales, políticos del Partido Republicano que, esperaba, podrían parar los pies a Trump.

Empleados del ‘hedge fund’ Soros Fund Management donaron decenas de miles de dólares a figuras relevantes del Partido Republicano rivales de Trump en 2016, como Paul Ryan, Marco Rubio, Jeb Bush, John McCain, John Kasich y Lindsey Graham.



Es como si no pudiera parar y, de hecho, no ha hecho más que acelerar sus movimientos desde que Trump llegó a la Casa Blanca. Y es que Trump y, sobre todo, lo que Trump representa amenaza con destruir la obra a la que ha dedicado su vida.

Soros es famoso por apoyar las causas más progresistas, desde la ideología de género hasta la tribalización racial, pero su idea fija, su obsesión, parece ser acabar con las fronteras y las identidades nacionales. Quizá el haber sido el primer niño del mundo que aprendió y hablaba el Esperanto, idioma artificial con pretensiones de lengua mundial, le haya marcado en este sentido.

Las finanzas no tienen patria

En esto, naturalmente, sus intereses y los de sus colegas, los financieros internacionales, van de la mano de sus ideales. Las finanzas no tienen patria, y las multinacionales no se llaman así por su apego a las naciones donde su fundaron. Estas tienen mucho que ganar con el flujo masivo de inmigrantes, que abaratan el nivel salarial, y con la deslocalización, es decir, llevando la producción donde las regulaciones de todo tipo -laborales, medioambientales o de seguridad- son bastante menos onerosas que en los países donde venden sus productos. Para los financieros, por su parte, la existencia de ordenamientos jurídicos, sistemas monetarios y regulaciones diferentes de un país a otro es un coste irritante y un engorro.

Y son, recordemos, los que financian cualquier otra institución, desde gobiernos a ONGs, desde universidades a medios de comunicación, desde Hollywood a Madison Avenue.

Por eso Trump y la oleada de movimientos soberanistas -‘populistas’, en los medios financiados por los de siempre- suponen una amenaza existencial y deben ser destruidos a riesgo de morir en el intento.

Y ese riesgo es muy real, porque no hay fortuna que aguante tantos reveses sin resentirse. Y, en el caso de Soros, el frente en el que podría caer derrotado antes incluso que en el americano es Europa del Este.

El antiguo bloque comunista ha estado en el punto de mira del millonario incluso antes de que dejara de serlo. A principios de los ochenta empezó a crear fundaciones y centros allí para difundir su visión de ‘socidad abierta’. En 1979 empezó a implantar en estos países su fundación matriz, la Open Society Foundation, al tiempo que hacía lo mismo en África, Asia y Latinoamérica. En 1992 fundó en Budapest su Universidad Centropeuropea en la que se formaron cuadros directivos que habrían de nutrir empresas y partidos de Europa del Este y la propia Rusia.

Rusia, el primer país en pararle los pies

Rusia fue el primer país en pararle los pies a Soros y frenar su injerencia en la política nacional. Soros tiene una especial inquina contra Putin y un plan para desestabilizar el país, el ‘Proyecto Rusia’, que preveía una repetición de los levantamientos ‘espontáneos’ de Ucrania en varias ciudades del país. Pero en noviembre de 2015, la oficina del Fiscal General anunció la proscripción de las actividades de las fundaciones de Soros en Rusia alegando riesgo para la seguridad nacional.

Otro tanto ha hecho en Hungría el primer ministro Viktor Orbán, en estos momentos adalid europeo de la lucha contra Soros. Orbán ha acusado a su excompatriota de estar detrás de la crisis de los refugiados y ha advertido que las fundaciones relacionadas con el millonarios podrían ser expulsadas de todo el Continente.

En Macedonia, el frente antiSoros está encabezado por el exprimer ministro Nikola Gruevski, obligado a dimitir tras una oleada de protestas ‘inspiradas’ por Soros mientras el país se llenaba de refugiados procedentes de Grecia. Gruevski acusa a Soros de querer destruir su país por completo. En Polonia, donde Soros tuvo en tiempo una enorme influencia y del que ostenta el cargo honorífico de Comandante con Estrella de la Orden del Mérito de la República de Polonia, el más alto honor que puede recibir un extranjero, ya se han levantado voces en el Parlamento exigiendo que se le prive de este honor, alegando que financia elementos “antidemocráticos y antiplacos con vistas a combatir la soberanía de Polonia y su cultura cristiana nativa”.

En la República Checa, el presidente Milos Zeman declaró en una entrevista en 2016 que “algunas de sus actividades son, cuando menos, sospechosas y se acercan a modos de injerencia en los asuntos internos de los países”. Para no cansarles, opiniones similares empiezan a airearse en Letonia y Lituania.

Honor a Soros, que ha podido hasta ahora mantenerse en pie en una lucha que le enfrenta a un número creciente de peligrosos enemigos cuya lista sigue ampliándose, desde Putin a Trump pasando por Theresa May y el Politburó chino. Pero los vientos soplan, siguen soplando contra los planes del magnate internacional, y el tiempo se agota.

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#3 Todos nos metemos en política por poder, por ejemplo el poder de transformar las injusticias, y vamos de "demócratas" hasta que perdemos una votación. Como ejemplo Antonio Baños en la CUP o los comentarios de Iglesias de que si no gana se quita de enmedio.

Incluso si eres un santo y no buscas abusar del poder, necesitaras apoyos y estos a sus vez tienen sus apoyos, por lo que "casta" es una realidad social, una dinámica no un privilegio del PPSOE y la clave está en ser consciente de la trampa.

Respecto a Trump, es cuestión de dias que ofialmente se cargue la regulación Dodds que controla y regula Wall Street tras la burbujita y rescate, y justo Soros es quien ha abogado por regular Wall Street y los mercados financieros.

Me aburre quienes escupen, sean a mis enemigos o a mis aliados.