Hace 7 años | Por bonobo a lamarea.com
Publicado hace 7 años por bonobo a lamarea.com

La privatización de la sanidad pública ha avanzado en las últimas dos décadas, desde las experiencias piloto de Galicia, Cataluña y la Comunidad Valenciana, hasta los macroproyectos de los gobiernos de Esperanza Aguirre e Ignacio González en la Comunidad de Madrid. Algunas de las mayores empresas del país se benefician de la mercantilización de la salud, y no falta la inversión extranjera en forma de capital-riesgo. Estas son algunas de las mayores empresas del sector:

Comentarios

D

#6 "tampoco están para tener mejores condiciones laborales que el resto."

Exacto. Yo no me canso de pedir que NOS IGUALEN al resto en condiciones laborales a los funcionarios.

¿O no? ¿O es mejor que nos vayan degradando las condiciones laborales a todos hasta dejarnos en régimen de esclavitud? Yo voto por lo contrario: quiero que todos tengamos los derechos y condiciones de los funcionarios.

Si nos ponemos a igualar a la baja, jodidos estamos.

BillyTheKid

#3 Hmmm la eliminación del servicio militar obligatorio reemplazado por "profesionales" significó la privatización del servicio de defensa.

En justicia hay cierto grado de privatización con los arbitrajes, en particular los de consumo o entre grandes empresas.

Lo público "funciona peor" simplemente porque si los funcionarios no hacen su deber raramente pasa nada de nada. Mientras que si te "columpias" en lo privado, a la larga eres reemplazado por otro que no se columpia.

Y conozco a 5 que son funcionarios que tan solo hacen lo minimo de lo minimo y solo piensan en sus dias de libre disposicion. Y 3 de ellos llegan sistematicamente tarde cada día porque antes dejan a sus hijos en el colegio

D

#4 El odio al funcionariado es otro mantra de lo neoliberal.

Al margen de eso, lo llamativo es que nunca digan "vamos a mejorar lo público para que siga siendo público", sino que directamente apelan a privatizar.

El fin de lo público no es la obtención de beneficios, sino la garantía de darnos a todos unos derechos. Somos ciudadanos, no clientes.

Yo no quiero que traten a los funcionarios a latigazos para que curren acojonados y lo hagan "mejor". Yo quiero que trabajen como deben: prestándonos un servicio como ciudadanos que somos.

La idea de no poder despedirlos (aunque ahora nos suene rara, o la envidiemos) vino para que el gobierno no pudiera coaccionarlos: ellos trabajan para el Estado, no para el Gobierno.

Las empresas privadas, en cambio, sí trabajan para el gobierno de turno. Ojo con eso.

BillyTheKid

#5 Lo público se arreglará cuando se puedan mover funcionarios de un sitio a otro, ya sea funcional o geográficamente, en función de las necesidades y cuando se vean mas despidos por incumplimientos. En el funcionariado no hay cultura ni de esfuerzo ninde servicio, ni una, hay una cultura de los derechos

Mientras tanto, seguiremos a la merced de la buena voluntad de los funcionarios.
Y si, una minoría dan mala fama a todo un colectivo, pero tampoco vemos a esa minoría "acosada" por el resto.

No, los funcionarios no están para generar beneficios, pero tampoco están para tener mejores condiciones laborales que el resto.

D

¡Pero qué eficiencia! ¡Qué mejora del servicio! ¡Qué increíbles ahorros! ¡Qué maravilla de sanidad! ¡Qué transparencia!

Si es que lo privado funciona mejor que lo público, ya se sabe.

A ver si privatizan la justicia y la policía de una vez para que funcionen de maravilla, ¿eh?

BillyTheKid

#1 los servicios de seguridad ya hace tiempo que están muy privatizados, ¿quien crees que vigila los controles en los aeropuertos o estaciones de tren, o hacen de escoltas a políticos de medio nivel?

D

#2 Sí, pero ni siquiera en el discurso neoliberal más salvaje hay cojones de decir que la policía nacional privada funciona mejor, o que un juez privado es más eficiente.

Toda la cantinela de la efectividad de lo privado se manifestaría demasiado a las claras como lo que es: una violación a los derechos de la ciudadanía a controlar públicamente el Estado y sus poderes.

Con qué rapidez sueltan, sin embargo, esa mierda de que la sanidad y la educación privadas son magníficas.