El mundo de las religiones está repleto de ejemplos de gente que abusa de la creencia ajena para sumar fieles. En África, existe un campo muy amplio en este sentido, ya que muchos de sus habitantes sienten que no tienen nada que perder y se aferran a la fe. Es por eso que surgen figuras como Daniel Obinim, de Ghana, que promete aumentar el pene de la gente con un toque en sus miembros, Bongani Maseko, de África del Sur, que promete diferentes curas dando aceite de motor a los fieles, Paul Sanyangore, de Zimbabwe, que jura tener el móvil...
Comentarios
También jura saber dónde está el TFM de Cifuentes.
#3
#5 Y mi ? Mnm ya no es lo que era...
La de crear dinero me la creo... Mire usted
#2 Pues como la reserva federal y todos los bancos centrales que lo crean de la nada; tampoco tiene tanto misterio.
Remember los Nintendo's...
#6 Daño cerebral.
Quiero Half Life 3
¡¡¡Anda!!! Un ser supreme....
UN MONGUER SUPREME!!!
#15 Serán dos ángeles
y el WhatsApp de Dios, y Lethebo Rabalago, también de África del Sur, que garantiza la cura del Sida y del cáncer con el plaguicida.
#1 Es un milagro,en el video que levita hay dos sombras que lo levantan y todo.
En el vídeo sobre cómo camina en el aire apenas se oyen los pasos de las personas que lo sujetan en el aire, ni la puerta por la que se va al menos uno de ellos después.
Que diga el número de la lotería, le doy comisión.
Joder... lo tiene todo
Es como Jesucristo, pero mejor. Jesús queda como un pobre aficionado, el pastor es mejor estafador.
Objetivamente es la reencarnación de Jesucristo en la Tierra, aunque yo no me lo esperaba de Ghana
¿Pero puede tocar smoke on the water?
Ese pastor religioso ha confesado tres delitos:
- Volar sin licencia de piloto.
- Intromisión profesional. Ejerce la medicina sin ser médico.
- Falsificación de moneda. Sólo la fábrica de moneda y timbre puede fabricar moneda legalmente.
Y el tal Bongani Maseko está cometiendo un atentado contra la salud pública al suministrar aceite de motor para consumo humano.
Edito:
Se me olvidaba, también son estafadores.
El segundo advenimiento ha sucedido ya, lo que no nos lo creímos...