Hace 9 años | Por Arariel a cordopolis.es
Publicado hace 9 años por Arariel a cordopolis.es

Aunque sea cordobés de nacimiento, Gervasio Sánchez (1959) tiene mucho del paisaje de Aragón en su discurso. Es duro y seco como su tierra de adopción. Pero también como las guerras y conflictos que lleva fotografiando y cubriendo para periódicos y radios desde mediados de los años ochenta. Años bajo el fuego y frente a la desgracia y el horror le permiten hablar sin medias tintas.

Comentarios

c

Meneo si leer. Gervasio Sanchez es grande, para mi es como si fuera de grafeno.

JackNorte

El periodismo serio ha existido en este pais? Solo podemos quejarnos e incluso cuando nos quejamos lo hacemos con datos sesgados o mentiras literales , en este pais existe propaganda de uno y otro lado.

Pero es normal, pero cuando explico esta situacion en otros paises me dicen que es una dictadura encubierta.
Yo no tengo datos para valorar eso, porque los "periodistas" y los medios no informan de forma veraz como dice en la constitucion. Pero que mas da, solo es la constitucion.
Pero somos un pais democratico y somos mejores que otros. Tenemos que reflejarnos en paises como Venezuela o corea del norte para justificar y esconder nuestras acciones.
A cada critica se sacan comparaciones, con nazismo, estalinismo, gooebbles o stiglitz.

Pero ehhh!!, somos democraticos, somos un ejemplo.

En otros paises estan peor, ese es nuestro mantra.

D

Cuanto ganaría este país si los periodistas se dedicaran a informar sobre la raíz de los problemas en lugar de perderse en las historias morbosas tipo "La Gente de Bart".

Itilvte

El periodismo humorístico, sin embargo, está pasando por tiempos gloriosos. 😎

D

No hay periodistas buenos; hay periodistas que comparten nuestra misma ideología.

El buen periodista debería ser como un médico: tú no pagas a un médico para que te diga qué guapo eres o qué bonito es tu cuerpo; tú pagas a un médico para que te diga qué enfermedades o fallos o defectos tiene tu cuerpo, y de paso, cómo curarlos. Al periodista se le debería pagar para que cuente qué ocurre en la sociedad, tanto si es algo bueno de la sociedad como, especialmente, si es algo malo.