Kenyon Wilson dejó un regalo muy especial en su taquilla para aquellos que se leyeran el programa, pero nadie logró llevarse el premio. Este era uno de los ejercicios que debían hacer los estudiantes para aprobar el temario: «Gratis para el primero que reclame; casillero 147; combinación 15, 25, 35». La combinación llevaba al afortunado a encontrar un regalo muy especial: 50 dólares (44 euros).
Yo organizaba un equipo de programadores y teníamos una lista de tareas e incidencias pendientes. Se suponía que en cada reunión asignábamos algunas, pero que a medida que cada uno resolvía las suyas, después repasaría la lista para coger otras por iniciativa propia. Pero pronto me di cuenta de que esto no pasaba, que nadie buscaba tareas si no se las ponía yo a dedo. Así que una vez añadí una "incidencia" que decía que al que la leyera, yo le invitaba a desayunar. Pasaron semanas y nadie la vio. Visto lo visto, a partir de ese día me aseguré de asignar a todos más tareas de las que tendrían tiempo de terminar hasta la siguiente reunión, porque si les sobraba un minuto, no hacían nada.
Algo parecido hizo una amiga en un examen para su clase. Puso en las instrucciones que el primero que gritara no se si un número o una palabra se llevaba un punto extra. De varias clases creo que solo un alumno lo grito (los demás no entendían nada. Nadie leía). En los siguientes exámenes evidentemente no puso nada pero ya a los alumnos les daba por leerlo todo. Por si acaso.
Guía docente? para los alumnos ? Será el programa de la asignatura.
Sin ánimo de minusvalorar el universal gandulismo del alumno universitario medio. Habría que ver cómo son los programas de esa Universidad, por qué los he visto desde cortos y útiles, a tostones interminables pésimamente maquetados donde han ido metiendo más basura año tras años, con biografía desfasada y un largo etc.
#1 Una guia docente y un programa son cosas distintas. Se trata de un documento donde se explica como aprobar, que evaluaciones hay y como se puntua, requisitos de los trabajos...
Leí en un libro que una cosa parecida hay detrás de las peticiones excéntricas de ciertas estrellas de la música o el cine. Por ejemplo poner en un contrato para un concierto que quieren m&m en el camerino pero que no haya ninguno rojo es una forma de saber si no se lo han leído.
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Yo organizaba un equipo de programadores y teníamos una lista de tareas e incidencias pendientes. Se suponía que en cada reunión asignábamos algunas, pero que a medida que cada uno resolvía las suyas, después repasaría la lista para coger otras por iniciativa propia. Pero pronto me di cuenta de que esto no pasaba, que nadie buscaba tareas si no se las ponía yo a dedo. Así que una vez añadí una "incidencia" que decía que al que la leyera, yo le invitaba a desayunar. Pasaron semanas y nadie la vio. Visto lo visto, a partir de ese día me aseguré de asignar a todos más tareas de las que tendrían tiempo de terminar hasta la siguiente reunión, porque si les sobraba un minuto, no hacían nada.
#5 Que lástima que haya que guiarnos cómo a ovejas!
Algo parecido hizo una amiga en un examen para su clase. Puso en las instrucciones que el primero que gritara no se si un número o una palabra se llevaba un punto extra. De varias clases creo que solo un alumno lo grito (los demás no entendían nada. Nadie leía). En los siguientes exámenes evidentemente no puso nada pero ya a los alumnos les daba por leerlo todo. Por si acaso.
Guía docente? para los alumnos ? Será el programa de la asignatura.
Sin ánimo de minusvalorar el universal gandulismo del alumno universitario medio. Habría que ver cómo son los programas de esa Universidad, por qué los he visto desde cortos y útiles, a tostones interminables pésimamente maquetados donde han ido metiendo más basura año tras años, con biografía desfasada y un largo etc.
#1 Una guia docente y un programa son cosas distintas. Se trata de un documento donde se explica como aprobar, que evaluaciones hay y como se puntua, requisitos de los trabajos...
#6 Cláusula Van Halen
#7 #4 Correcto, era Van Halen, no Led Zeppelin
Leí en un libro que una cosa parecida hay detrás de las peticiones excéntricas de ciertas estrellas de la música o el cine. Por ejemplo poner en un contrato para un concierto que quieren m&m en el camerino pero que no haya ninguno rojo es una forma de saber si no se lo han leído.
#4 Si no me equivoco, eran Led Zeppelin quienes pedian que no hubiera m&m marrón.