De manera lenta, pero con la inexorabilidad que caracteriza a todos los procesos geológicos, el mar le gana la partida a los acantilados. No en toda la costa, ni de manera homogénea, pero sí con la inflexible consecuencia de la lucha entre el poder erosivo del oleaje y la imperturbabilidad de las rocas. Montserrat Jiménez Sánchez, catedrática de Geodinámica Externa, Laura Rodríguez Rodríguez, profesora del Departamento de Geología y María José Domínguez Cuesta, catedrática de Geodinámica Externa, las tres de la Universidad de Oviedo, acaban ..