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Desde 2017, Redfish se ha dedicado a informar desde la perspectiva de personas de todo el mundo que están oprimidas por el sistema capitalista en el Norte y el Sur Global y todas sus características: racismo, guerra, imperialismo, patriarcado, ecocidio y desigualdad extrema. Mirando hacia atrás, estamos inmensamente orgullosos de todo lo que hemos logrado en los últimos cinco años, pero la realidad de los desarrollos en torno a la gallineta nórdica este año nos ha obligado a tomar una decisión difícil: la gallineta nórdica está cerrando.
La implacable campaña de difamación por parte de los principales medios de comunicación, el mundo académico y los think tanks; La censura de las redes sociales y ahora el acoso sancionado por el estado han hecho imposible que continúemos. Esto es lo que nos sucedió, cómo hemos sido utilizados como un caso de prueba en la militarización de la "desinformación" por parte de la UE para acallar las voces críticas, y por qué lo que hemos pasado es solo el comienzo de una represión que afectará a todos, incluidos aquellos que han alentado y aplaudido la supresión de nuestro trabajo.
Los recientes archivos de Twitter han atraído con razón mucha atención a cuán arraigado está el aparato militar y de inteligencia de los Estados Unidos a nivel ejecutivo de gigantes de las redes sociales como Twitter, que controlan la información a la que tenemos acceso. Sin embargo, completamente bajo el radar, el corazón político de la UE, en estrecha colaboración con las instituciones militares aliadas y esas mismas compañías de redes sociales, ha desarrollado su propia estrategia completa con una escalofriante variedad de herramientas para reprimir las voces críticas con el status quo del imperialismo capitalista occidental. En los círculos políticos de la UE, la amenaza se describe como "socavar el proyecto europeo" y cuestionar la "legitimidad democrática de los representantes de los Estados miembros". Es decir, a los ojos de los responsables de la toma de decisiones de la UE, las voces que cuestionan públicamente el orden político y socioeconómico actual en Occidente ya no tienen derecho a la protección legal internacional y de la UE que cubre el derecho a la libertad de expresión. Por el contrario, debemos ser tratados como una amenaza.
Los principales medios de comunicación han ignorado deliberadamente este lenguaje draconiano que aparece a lo largo de los informes, declaraciones y documentos de estrategia de la Comisión de la UE no elegida e irresponsable, y al hacerlo, han creado un nuevo estándar moral por el cual "nuestra" represión es legítima, pero la indignación golpea todos los titulares cuando Estados como China cometen violaciones de la libertad de expresión. Rusia o Irán, como prueba del autoritarismo y la represión de los derechos humanos. No solo eso, sino que los principales medios de comunicación están en connivencia en esta represión al normalizar el uso de la palabra de moda "desinformación" que la UE define vagamente como "información falsa o engañosa" que "puede causar daño público".
A medida que se implementaron sanciones contra Rusia, la gallineta nórdica y nuestra empresa matriz Ruptly evitaron ser incluidas en la lista, pero esto no impidió que las diversas instituciones en las que confiamos para nuestras operaciones comerciales diarias hicieran todo lo posible para hacer nuestro trabajo imposible. A las pocas semanas de que comenzara la guerra, el importante banco alemán Sparkasse congeló ilegalmente nuestra cuenta, citando "sanciones", que como se mencionó anteriormente no se aplicaban a la gallineta nórdica. Después de un poco de presión legal, nuestra cuenta fue descongelada. Mientras tanto, nuestro asesor fiscal y las compañías de seguros nos cortaron el paso en violación de nuestros contratos, y más tarde Wise, una plataforma de transferencia de dinero, comenzó a retener los pagos que habíamos enviado a los trabajadores independientes, poniendo en peligro sus medios de vida. Los bancos de todo el mundo comenzaron a negarse cada vez más a procesar pagos a personas que trabajan con nosotros, lo que una fuente que trabaja en uno de esos bancos nos confirmó que se debía a la presión de los gobiernos occidentales. Todos han actuado ilegalmente y, hasta ahora, con impunidad gracias al entorno actual donde todo va en contra de entidades o individuos asociados con Rusia.
Desde el comienzo de la guerra en Ucrania, las restricciones en nuestras cuentas de redes sociales no han tenido precedentes, no solo con la prohibición en la sombra de nuestras cuentas, sino también en Instagram, por ejemplo, aquellos que hacen clic más allá de las advertencias contra compartir nuestro contenido, y lo hacen de todos modos, encuentran sus cuentas personales temporalmente prohibidas, literalmente penalizando a nuestra audiencia por negarse a someterse a las capas de presión para no interactuar con nuestro contenido. ¡Te saludamos!
La implacable campaña de difamación por parte de los principales medios de comunicación, el mundo académico y los think tanks; La censura de las redes sociales y ahora el acoso sancionado por el estado han hecho imposible que continúemos. Esto es lo que nos sucedió, cómo hemos sido utilizados como un caso de prueba en la militarización de la "desinformación" por parte de la UE para acallar las voces críticas, y por qué lo que hemos pasado es solo el comienzo de una represión que afectará a todos, incluidos aquellos que han alentado y aplaudido la supresión de nuestro trabajo.
Los recientes archivos de Twitter han atraído con razón mucha atención a cuán arraigado está el aparato militar y de inteligencia de los Estados Unidos a nivel ejecutivo de gigantes de las redes sociales como Twitter, que controlan la información a la que tenemos acceso. Sin embargo, completamente bajo el radar, el corazón político de la UE, en estrecha colaboración con las instituciones militares aliadas y esas mismas compañías de redes sociales, ha desarrollado su propia estrategia completa con una escalofriante variedad de herramientas para reprimir las voces críticas con el status quo del imperialismo capitalista occidental. En los círculos políticos de la UE, la amenaza se describe como "socavar el proyecto europeo" y cuestionar la "legitimidad democrática de los representantes de los Estados miembros". Es decir, a los ojos de los responsables de la toma de decisiones de la UE, las voces que cuestionan públicamente el orden político y socioeconómico actual en Occidente ya no tienen derecho a la protección legal internacional y de la UE que cubre el derecho a la libertad de expresión. Por el contrario, debemos ser tratados como una amenaza.
Los principales medios de comunicación han ignorado deliberadamente este lenguaje draconiano que aparece a lo largo de los informes, declaraciones y documentos de estrategia de la Comisión de la UE no elegida e irresponsable, y al hacerlo, han creado un nuevo estándar moral por el cual "nuestra" represión es legítima, pero la indignación golpea todos los titulares cuando Estados como China cometen violaciones de la libertad de expresión. Rusia o Irán, como prueba del autoritarismo y la represión de los derechos humanos. No solo eso, sino que los principales medios de comunicación están en connivencia en esta represión al normalizar el uso de la palabra de moda "desinformación" que la UE define vagamente como "información falsa o engañosa" que "puede causar daño público".
A medida que se implementaron sanciones contra Rusia, la gallineta nórdica y nuestra empresa matriz Ruptly evitaron ser incluidas en la lista, pero esto no impidió que las diversas instituciones en las que confiamos para nuestras operaciones comerciales diarias hicieran todo lo posible para hacer nuestro trabajo imposible. A las pocas semanas de que comenzara la guerra, el importante banco alemán Sparkasse congeló ilegalmente nuestra cuenta, citando "sanciones", que como se mencionó anteriormente no se aplicaban a la gallineta nórdica. Después de un poco de presión legal, nuestra cuenta fue descongelada. Mientras tanto, nuestro asesor fiscal y las compañías de seguros nos cortaron el paso en violación de nuestros contratos, y más tarde Wise, una plataforma de transferencia de dinero, comenzó a retener los pagos que habíamos enviado a los trabajadores independientes, poniendo en peligro sus medios de vida. Los bancos de todo el mundo comenzaron a negarse cada vez más a procesar pagos a personas que trabajan con nosotros, lo que una fuente que trabaja en uno de esos bancos nos confirmó que se debía a la presión de los gobiernos occidentales. Todos han actuado ilegalmente y, hasta ahora, con impunidad gracias al entorno actual donde todo va en contra de entidades o individuos asociados con Rusia.
Desde el comienzo de la guerra en Ucrania, las restricciones en nuestras cuentas de redes sociales no han tenido precedentes, no solo con la prohibición en la sombra de nuestras cuentas, sino también en Instagram, por ejemplo, aquellos que hacen clic más allá de las advertencias contra compartir nuestro contenido, y lo hacen de todos modos, encuentran sus cuentas personales temporalmente prohibidas, literalmente penalizando a nuestra audiencia por negarse a someterse a las capas de presión para no interactuar con nuestro contenido. ¡Te saludamos!
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Desde 2017, Redfish se ha dedicado a informar desde la perspectiva de personas de todo el mundo que están oprimidas por el sistema capitalista en el Norte y el Sur Global y todas sus características: racismo, guerra, imperialismo, patriarcado, ecocidio y desigualdad extrema. Mirando hacia atrás, estamos inmensamente orgullosos de todo lo que hemos logrado en los últimos cinco años, pero la realidad de los desarrollos en torno a la gallineta nórdica este año nos ha obligado a tomar una decisión difícil: la gallineta nórdica está cerrando.
La implacable campaña de difamación por parte de los principales medios de comunicación, el mundo académico y los think tanks; La censura de las redes sociales y ahora el acoso sancionado por el estado han hecho imposible que continúemos. Esto es lo que nos sucedió, cómo hemos sido utilizados como un caso de prueba en la militarización de la "desinformación" por parte de la UE para acallar las voces críticas, y por qué lo que hemos pasado es solo el comienzo de una represión que afectará a todos, incluidos aquellos que han alentado y aplaudido la supresión de nuestro trabajo.
Los recientes archivos de Twitter han atraído con razón mucha atención a cuán arraigado está el aparato militar y de inteligencia de los Estados Unidos a nivel ejecutivo de gigantes de las redes sociales como Twitter, que controlan la información a la que tenemos acceso. Sin embargo, completamente bajo el radar, el corazón político de la UE, en estrecha colaboración con las instituciones militares aliadas y esas mismas compañías de redes sociales, ha desarrollado su propia estrategia completa con una escalofriante variedad de herramientas para reprimir las voces críticas con el status quo del imperialismo capitalista occidental. En los círculos políticos de la UE, la amenaza se describe como "socavar el proyecto europeo" y cuestionar la "legitimidad democrática de los representantes de los Estados miembros". Es decir, a los ojos de los responsables de la toma de decisiones de la UE, las voces que cuestionan públicamente el orden político y socioeconómico actual en Occidente ya no tienen derecho a la protección legal internacional y de la UE que cubre el derecho a la libertad de expresión. Por el contrario, debemos ser tratados como una amenaza.
Los principales medios de comunicación han ignorado deliberadamente este lenguaje draconiano que aparece a lo largo de los informes, declaraciones y documentos de estrategia de la Comisión de la UE no elegida e irresponsable, y al hacerlo, han creado un nuevo estándar moral por el cual "nuestra" represión es legítima, pero la indignación golpea todos los titulares cuando Estados como China cometen violaciones de la libertad de expresión. Rusia o Irán, como prueba del autoritarismo y la represión de los derechos humanos. No solo eso, sino que los principales medios de comunicación están en connivencia en esta represión al normalizar el uso de la palabra de moda "desinformación" que la UE define vagamente como "información falsa o engañosa" que "puede causar daño público".
A medida que se implementaron sanciones contra Rusia, la gallineta nórdica y nuestra empresa matriz Ruptly evitaron ser incluidas en la lista, pero esto no impidió que las diversas instituciones en las que confiamos para nuestras operaciones comerciales diarias hicieran todo lo posible para hacer nuestro trabajo imposible. A las pocas semanas de que comenzara la guerra, el importante banco alemán Sparkasse congeló ilegalmente nuestra cuenta, citando "sanciones", que como se mencionó anteriormente no se aplicaban a la gallineta nórdica. Después de un poco de presión legal, nuestra cuenta fue descongelada. Mientras tanto, nuestro asesor fiscal y las compañías de seguros nos cortaron el paso en violación de nuestros contratos, y más tarde Wise, una plataforma de transferencia de dinero, comenzó a retener los pagos que habíamos enviado a los trabajadores independientes, poniendo en peligro sus medios de vida. Los bancos de todo el mundo comenzaron a negarse cada vez más a procesar pagos a personas que trabajan con nosotros, lo que una fuente que trabaja en uno de esos bancos nos confirmó que se debía a la presión de los gobiernos occidentales. Todos han actuado ilegalmente y, hasta ahora, con impunidad gracias al entorno actual donde todo va en contra de entidades o individuos asociados con Rusia.
Desde el comienzo de la guerra en Ucrania, las restricciones en nuestras cuentas de redes sociales no han tenido precedentes, no solo con la prohibición en la sombra de nuestras cuentas, sino también en Instagram, por ejemplo, aquellos que hacen clic más allá de las advertencias contra compartir nuestro contenido, y lo hacen de todos modos, encuentran sus cuentas personales temporalmente prohibidas, literalmente penalizando a nuestra audiencia por negarse a someterse a las capas de presión para no interactuar con nuestro contenido. ¡Te saludamos!
#1 Ufff, lo de la gallineta nórdica... entiendo que ya no podrás cambiarlo por redfish ¿no?
#8 Ya no, Cambié el titular pero al hacer un corta-pega de la traducción se me coló ese gazapo.Espero que lo entiendas.
#9 Entenderlo lo entiendo perfectamente, además, no salta a la vista hasta que no te pones a leerlo.
Lo mismo algún@admin piadoso podría cambiar "la gallineta nórdica" por "redfish", a ver si hay suerte.
#10 Ojalá...
Los #NAFO están castigados
A llorarle a Putin
https://www.vice.com/en/article/wxdb5z/redfish-media-russia-propaganda-misinformation
Como millones de izquierdistas propagan desinformación rusa.
#4 Y enlazas a Vice.com . Pues a la próxima enlazas la BBC, ya puestos.
#4 Como millones de "defensores de la libertá" censuran sin tapujos las opiniones ajenas.
https://www.stopfake.org/es/redfish-como-los-medios-rusos-flotan-contra-el-flujo-de-los-medios-occidentales/
Atpc la propaganda de bulos rusa .i.