Los checos y demás adeptos no renuncian a su bebida nacional ni en vacaciones. Desde Alemania hasta España, Polonia o Italia, Pilsner Urquell y otras marcas emblemáticas aparecen en los supermercados a precios que oscilan entre la ganga y el despropósito. Y llegando a España, resulta relativamente sencillo poder disfrutar de cerveza checa. Grandes superficies como Alcampo acostumbran a contar en sus estanterías con Pilsner Urquell, que vende la lata de medio litro por 1,78 euros, o la Staropramen por 1,69€. Eso sí, bastante más caras que varias
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Las salchichas callejeras espectaculares.
Los pobres chuecos fliparancon las cervezas de España y la cantidad de gas que le ponen ( para reventarnos) y la mierda de sabor