(...) Demasiada transigencia social, demasiados complejos, demasiado miedo a que te llamen xenófobo. Con lo fácil que sería decir desde el principio: sea bien venido porque lo necesitamos a usted y a su familia, con su trabajo y su fuerza demográfica. Pero escuche: aquí pasamos siglos luchando por la dignidad del ser humano. Y eso significa que usted juega según nuestras reglas, vive de modo compatible con nuestros usos, o se atiene a las consecuencias. Y las consecuencias son la ley en todo su rigor o la sala de embarque del aeropuerto.
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Pero escuche: aquí pasamos siglos luchando por la dignidad del ser humano. Y eso significa que usted juega según nuestras reglas, vive de modo compatible con nuestros usos, o se atiene a las consecuencias. Y las consecuencias son la ley en todo su rigor o la sala de embarque del aeropuerto.
La cosa es que sí se les dice, al igual que se les dice a los autóctonos desde su primer segundo de vida: ahí están las leyes.
Como decía aquel gobernador británico en la India...
Y así es la historia unos ocupan, crecen y frenan la educación de los ocupados para su propio enriquecimiento y esto se vuelve en contra al cabo del tiempo
Me sangran las manos de aplaudir lo que pone el 4º párrafo entero.
Completamente de acuerdo.
¿Hoy nadie lo llama fascista ni cuñado? Os estais amariconando, meneadores.
Así habló Arturo Pérez-Reverte.
#1 Eeeh... es duplicada.
#2 Hum... pues igual no lo es. Estaba segurísima de haberla mandado yo. Quizá simplemente lo leí. Bueno, me alegra que no lo sea, así puedo menearla. Disimulen el lapsus.