#6 Calculo que eres español, yo soy uruguayo y conozco bastante de estas historias de la izquierda latinoamericana. Los montoneros fueron una banda de sanguinarios que mataban al primer desgraciado que se les ponÃa adelante, por ejemplo, poner una bomba en un edificio para matar a una persona y terminar matando a 4 inocentes, incluida una chica de 15 años.
#7 SÃ, hay que reconocer que, en eso de matar desgraciados, los milicos siempre han sido mucho más eficientes que esos desarrapaos, es la misma diferencia que hay entre la producción de un sector bien industrializado, abierto al exterior, con maquinaria moderna, con I+D, profesionales bien formados y capacitados etc etc, y unos artesanos de mercadillo.
Comentarios
#5 Tienes razón. Una depravada como ella merece todas las torturas y que la ro aran a su bebe recién nacido.
#6 Calculo que eres español, yo soy uruguayo y conozco bastante de estas historias de la izquierda latinoamericana. Los montoneros fueron una banda de sanguinarios que mataban al primer desgraciado que se les ponÃa adelante, por ejemplo, poner una bomba en un edificio para matar a una persona y terminar matando a 4 inocentes, incluida una chica de 15 años.
https://adribosch.wordpress.com/2012/08/02/hace-34-anos-montoneros-asesino-a-la-joven-paula-lambruschini/
Historias como esta hay miles, en Uruguay también tenemos las nuestras, con Mujica a la cabeza.
#7 SÃ, hay que reconocer que, en eso de matar desgraciados, los milicos siempre han sido mucho más eficientes que esos desarrapaos, es la misma diferencia que hay entre la producción de un sector bien industrializado, abierto al exterior, con maquinaria moderna, con I+D, profesionales bien formados y capacitados etc etc, y unos artesanos de mercadillo.
#9 Los milicos llegaron después, primero se formaron estos grupos subversivos para derrocar gobiernos democráticos. Por ejemplo, en Uruguay, los tupamaros quisieron terminar con la democracia más estable de América Latina (casi 150 años de vida democrática ininterrumpida) para instaurar una dictadura marxista.
El estado se defendió y mandó a los milicos a derrotar a esta banda y al final se terminaron quedando con el poder. En el medio muchas muertes inútiles, de ambos bandos, todo por nada.
Piensa que si tú inicias una guerra para tomar el poder por la vÃa de la violencia, las instituciones van a responder (a veces de la peor manera), pensar en lo contrario es irrisorio.
La historia está muy bien, y el artÃculo coincide mucho con la wikipedia: https://es.m.wikipedia.org/wiki/Juan_Cabandié
No pone como le llamaron sus padres adoptivos/secuestradores, y lo miré porque esa parte me llamó la atención y me parece difÃcil de creer (dice que siempre quiso llamarse Juan y casualmente es el nombre que le puso su madre: http://www.desaparecidos.org/arg/victimas/c/cabandie/
Cabandié ha relatado reiteradamente que, durante su infancia y adolescencia, habÃa elegido para sà el nombre de Juan y que tenÃa sueños en los que su madre lo acunaba de bebé llamándolo asÃ. El argentino atribuye esas sensaciones a mecanismos de memoria derivados de las dos semanas que permaneció junto a su madre en la celda, antes de que la "trasladaran".
#2 la madre de Cabandie, Alicia AlfonsÃn, era una montonera que vaya a saber uno a cuantos inocentes asesinó, pero esos no cuentan.
#5 O, dicho de otro modo, el eslogan de la dictadura: "Por algo se lo llevaron".
Cada uno de los 30.000 asesinados en la Escuela Mecánica, cada bebé robado, serÃa, seguro, por 'causa justa'...
Primero eliminaremos a los subversivos; después a sus cómplices; luego a sus simpatizantes; por último, a los indiferentes y a los tibios.
Argentina, 1976.
#5 Si lo sabe usted dÃgalo, si no, vuelva a su cueva.
¿Este es el que cuando le pillaron en una infracción de tráfico dijo que era vÃctima de la dictadura?
#1 E hizo echar a la oficial que le hizo la multa
#3 Evidentemente eso es debido a la educación que le dieron sus padres secuestradores.
#10 Dudo mucho que el padre policÃa no le enseñara a respetar la autoridad
...y después se dedicó a robar a tiempo completo junto a Cristina Kirchner.