Hace 4 años | Por Al9 a yorokobu.es
Publicado hace 4 años por Al9 a yorokobu.es

El ritmo de vida que nos llevó hasta marzo de 2020 era un esprint sin meta. El único objetivo era alcanzar más velocidad. Y más. Y más. Imperaba la cultura de la inmediatez, la mensajería a calzón quitado, la satisfacción instantánea, el tiempo real. Hasta había que ver las series del tirón: qué delirio es ese de esperar ¡u n a s e m a n a! para ver otro capítulo. El anuncio del estado de alarma, el pasado sábado 13 de marzo, fue un frenazo en seco. En el transporte, en el trabajo, en la economía… Pero, sobre todo, en la velocidad.

Comentarios

Priorat

Y estos días he visto que uno de los principales problemas ha sido la adicción al stress.

Al9

#4 la gente sin ser capaz de parar sus frenéticas vidas...

autonomator

"Para ir a donde no se sabe hay que caminar por donde no se conoce"
De la sabiduría popular

D

Me encantan estos títulos, me recuerdan al "a que huelen las nubes?"

clavícula

¡Paren las rotativas!

R

A ver, esperar una puta semana para ver un capítulo es una mierda. Y más, cuando cortan meses. Punto.

Yo así, paso. Que mira juego de tronos.