Hace 4 años | Por pingON a naukas.com
Publicado hace 4 años por pingON a naukas.com

La crisis del coronavirus está revolucionando todos los aspectos de nuestra vida cotidiana. Saca a la palestra comportamientos que debilitan la respuesta social ante un patógeno que no requiere contacto físico entre personas para propagarse. Las concentraciones humanas constituyen preocupaciones recurrentes de las autoridades sanitarias. En ellas, las menores distancias entre cuerpos facilitan la transmisión aérea. Además, el contacto frecuente de la piel con superficies inertes de todo tipo posibilitan vías adicionales de contagio. De todas la

Comentarios

clavícula

Lo reconozco. Este comentario, aunque tiene que algo que ver con la noticia, pretendía ser un artículo. No tengo karma suficiente para publicar, ni lo tendré, porque en breve volveré a irme de este foro. Pero no me resisto a hacerlo sin desahogarme.

Tres reflexiones para cuando todo esto pase:

Al igual que el ejército tiene soldados incluso en tiempo de paz, la sanidad pública tiene que estar dotada permanentemente de suficiente personal estable y medios materiales para hacer frente a catástrofes naturales, pandemias, guerras, etc. Presumimos de tener la mejor sanidad del mundo pero, en realidad, solo es la más eficiente: la que hace más con menos.

Hay que reducir la desigualdad entre las grandes ciudades y los pequeños pueblos. No hay que esperar a que un grupo de aldeas llegue a determinada población mínima para dotar la zona de colegios y centros sanitarios. Con una pequeña inversión a priori (comparada con lo que se gasta en intentar arreglar los problemas a posteriori), mucha gente que malvive en la ciudad sin saberlo, volverá a mirar a las zonas rurales y no solo cuando tengan que huir de la ciudad de mala gana. Solo con esto se resolvería una gran parte de los problemas de nuestra sociedad: disminuiría el paro donde no hay trabajo, aumentaría la mano de obra donde hace falta, se reduciría la contaminación porque muchos alimentos se consumirían cerca de donde se producen, etc.

La educación es la raíz de todos los problemas y de todas las soluciones. Los profesionales de la educación lo saben, nos lo dicen constantemente y no les hacemos caso. Reconozcámoslo, los que tenemos una edad ya no vamos a cambiar. Vamos a seguir preferiendo tomar una pastilla para reducir la tensión que empezar a comer de forma adecuada y a hacer ejercicio. Ya no vamos a hacer el esfuerzo de irnos a vivir al pueblo. Nos da igual el medio ambiente. Los políticos actuales, no van a cambiar su forma de gestionar sin mirar más allá de las próximas elecciones y no se van a atrever cambiar la distribución de nuestros impuestos para aplicar los puntos anteriores porque sus efectos solo se verán a largo plazo. Escuchemos a los profesores y dejémosles formar a una nueva generación de políticos, empresarios, banqueros... y de nuevos padres a los que ya no les cueste transmitir mejores valores a su descendencia. Solo entonces habrá empezado a girar la rueda del auténtico estado del bienestar.

Gracias