Hace 5 años | Por B... a magnet.xataka.com
Publicado hace 5 años por B... a magnet.xataka.com

“Perdona, ¿tienes un minuto?”. Están ahí, acechando. Rodeando las salidas del metro o patrullando por las calles comerciales del centro de la ciudad. Es curioso: hace unos años eran algo rarísimo, pero ahora los captadores de ONGs se han convertido en un elemento más de la decoración urbana. Normalmente son inofensivos, pero si te descuidas es posible que te sorprendas a ti mismo rellenando el formulario de socio de alguna ONG cuyo nombre no conocías. ¿Cómo es posible? ¿Qué trucos usan?¿Cómo nos convencen? Analizamos las estrategias más comunes

Comentarios

almoss

#1 ¡Siempre puedes aportar un poco más!

Eso es lo que le dicen a mi mujer cuando responde lo mismo que tú.

Yo, tan pronto me dicen algo, noe paro y suelto un "no me interesa, gracias" con una sonrisa. Con eso suele bastar.

Eso y no mirarles a los ojos. Si te pillan mirándoles a los ojos date por jodido, huelen la empatía y el miedo y se lanzan a la yugular, son animales de caza imbatibles.

D

#6 a mi me dicen: Buenos días, y yo les contesto: Buenos días... Y ya, ni me paro ni nada.
Si se ponen en medio me los llevo por delante.

D

#17 ¿Te los llevas? Que mala idea, luego hay que darles de comer y todo. Yo prefiero dejarlos donde están .

D

#1 Yo a uno le dije. Acnur? Esos no son los de los barcos de putas?
Para eso yo no voy a dar dinero

M

#1 mejor decirles:
¿Conoces a Dios?

Suelen huir... y los que no, huyen más tarde y más deprisa! lol

mefistófeles

#1 Yo ando entre eso y entre "enséñane tu carné de socio, y ya si eso empezamos a hablar"

D

"Tengo prisa, me estoy cagando".

D

#10 lol

D

El único truco psicológico que utilizaron conmigo para que picara es que estaba buena y era simpática.

D

#3 Eso es machismo.
Pdt: donde dices que anda?

D

#9 por la calle preciados (madrid) andaba...

s

Nunca está de mas, recordar a los clásicos:

D

Si supiéseis lo que cobran los trabajadores de las ONGs no se os ocurría donar ni un solo céntimo.

D

#2 Yo se lo que cobra un jefe intermedio y lo flipo. Y además con ventajas vacacionales para captar socios en las Baleares.

baronrampante

#2 Pues si lo pones por aquí, agradecido te quedo.

Arzak_

Al nanosegundo después de que el captador te mire a los ojos y empiece a dibujar esa falsa sonrisa. La mirada fija al estilo Hannibal Lecter, extender el brazo rígido con señal de !¡Alto! y la voz grave y contundente con un NO. Siempre me funciona.

V

"Lo siento. No puedo"

ghazghkull

Me los encuentro cada día antes de entrar en el tren y ya prefiero dar un suave rodeo para evitarlos/as

D

Yo con ellos soy un poco borde, la verdad. ¡Y eso que trabajé de captador!

baronrampante

Yo ahora trato de ser amable al negar mi atención, porque nunca sé quién es la persona que tengo enfrente ni conozco sus circunstancias. Si, a pesar de todo, se pone desagradable, entonces ya me doy vía libre para serlo yo también. La parte mala es que te puedes llevar algún sofocón. La parte buena es que alguna vez te responden también con amabilidad y evitas ser un cabrón innecesariamente.

d

#20 Yo soy una persona muy bien educada. Sucede que los hay que se aprovechan. Una vez tomé una decisión. A partir de ese momento, cada vez que una relación interpersonal se convierte en un concurso de mala educación, lo gano yo. Es realmente facil, pues yo no tengo nada que perder y no me impongo límites.

Pero nunca empiezo yo.

d

“Perdona, ¿tienes un minuto?”

No.

Como que soy un hombre, me atacan las chicas jóvenes. Una vez caí, pero no firmé nada. Soy honrado y le dije al principio que no firmaría. Un cuarto de hora después estaba usando inútilmente todos los truquitos conmigo.

7

Siempre que tengas tiempo y no te importe puedes pasar un rato entretenido. No recomiendo este método a todo el mundo, pero yo me he pasado más de media hora hablando con captadores de sectas como los católicos o los de la dianetica. Me consuela pensar que les he hecho perder un tiempo muy valioso en el que podían haber engañado a otra persona. Además es divertído ver la cara que se les queda cuando pasan de creer que van a captar a alguien a saber que les han tomado el pelo.