Un equipo logró demostrar por primera vez que existe comunicación acústica entre plantas e insectos: polillas hembra usan sonidos emitidos por plantas para tomar una decisión crucial: el lugar más adecuado para depositar huevos. Son imperceptibles para el oído humano al estar en el rango ultrasónico pero son captados por las polillas que los interpretan como señales de estrés vegetal. El hallazgo abre nuevas vías de investigación en áreas como agricultura sostenible o control de plagas.
- Paper (abierto):
doi.org/10.7554/eLife.104700.1