Hace 1 año | Por doctoragridulce a ctxt.es
Publicado hace 1 año por doctoragridulce a ctxt.es

(...) Los ISRS encarnaban una idea clara: se presentaban como el remedio específico para el déficit bioquímico que causaba una enfermedad que se llamaba “depresión”. Suponían un nuevo instrumento terapéutico. Pero, sobre todo, abrían una nueva vía para entender los problemas de salud mental y su tratamiento. Según esta forma de ver las cosas, los problemas de salud mental en general eran enfermedades causadas por desequilibrios en la neurotransmisión que se producían por causas que se suponía que serían genéticas...

Comentarios

F

Si el alcohol funciona para vencer la timidez, no significa que el cuerpo tenga déficit de alcohol....ahí me ganó. Muy buen artículo.

j

El artículo está muy bien, pero cada vez echo más de menos que el opinador añada referencias a las fuentes externas en las que el lector interesado pueda contrastar las afirmaciones que se vierten, por ejemplo, la ausencia de mejora en la eficacia de los modernos ISRS respecto a las benzodiacepinas clásicas. Un artículo como este sospecho que cuenta verdades, pero me tengo que fiar del autor, estoy desarmado.
Digo esto precisamente porque creo que lo que dice el artículo es verdad, pero... ¿y si me estoy dejando llevar por mis propios prejuicios positivos? Por ese motivo, yo personalmente estoy adoptando la política de no otorgarle demasiado valor a esta clase de artículos en los que no tengo posibilidad fácil de ampliar información y contrastarla. En lugar de ello, los tomo como una «opinión autorizada» con cierta presunción de veracidad, lo cual también tiene su valor.

k

#2 Cita el trabajo de varios autores. Aquí corresponde a los lectores poner un poquito de su parte. Es una columna de reflexión, no un ensayo académico.

JovenCarcamal

Yo matizaría un pelín, estos medicamentos no van contra la enfermedad en sí misma, sino contra los síntomas de la enfermedad. De ahí que no tenga porqué bajar la prevalencia. Y de que se puedan usar en enfermedades a priori dispares. No lo veo muy distinto a como se investiga el uso de analgésicos, que es algo que también se enfoca a atajar un síntoma.

k

No soy psiquiatra pero creo el problema se debe en parte a un concepto de la enfermedad mental como síntomas particulares que afectan a un individuo, sin ninguna atención al contexto psicosocial o las condiciones comunitarias. Además, antidepresivos y ansiolíticos se han vendido como una solución barata a problemas de alcance amplio. Los resultados de la investigación con Prozac que se anunciaron a bombo y platillo en los 80 decían muy claramente que el Prozac ayudaba con la depresión acompañado de sesiones de psicoterapia regular. Eso cuesta dinero, y ahí las aseguradoras y proveedores sanitarios se hicieron los longuis y "ale, una pastillita y para casa, y si esto no funciona te damos otra".

Otra cosa que no se tuvo en cuenta es que los sujetos de experimentos clínicos suelen estar muy motivados para curarse. Esto para la depresión es clave.