Hace 3 años | Por curaca a larazon.es
Publicado hace 3 años por curaca a larazon.es

Sirven de alimento y de decoración, con ellas hacemos mesas, papel y han revolucionado nuestra farmacología. Sin embargo, no reparamos demasiado en ellas. Están ahí, sin más, brotando de los alcorques de las aceras, decorando el rellano del ascensor o se mustian en nuestras blancas neveras. De todos los monstruos que pueblan nuestras pesadillas, las plantas no eran uno de ellos, al menos, hasta que John Wyndham hizo su magia en 1951.

Comentarios

D

Trífidos vs La Cosa del Pantano
Fight!

T

Si los comes vuelta y vuelta en la sartén son muy buenos para el estreñimiento por sus trífidos activos.

Ya voy cerrando la puerta al salir.

BRRZ

Dios santo con la razón. No tienen noticias y se han convertido en blog de divulgación?

Por cierto, interesante.

Robus

En el libro la ceguera no está relacionada con los trifidos... los trifidos ya existían y se criaban en granjas para extraer un aceite que convertian en combustible. Según recuerdo las luces fueron un sistema de satelites militares diseñado para cegar al enemigo que se disparó por error.

Y, ya puestos, al final de la película de 1963 (https://www.imdb.com/title/tt0055894/) se ve a los supervivientes subir una escalera que lleva a una iglesia situada en una islita del atlantico, alejada de los trífidos... pero la iglesia que aparece es la de Sitges!