Hace 3 años | Por pinaveta a abc.es
Publicado hace 3 años por pinaveta a abc.es

Unas pequeñas erupciones, llamadas nanollamaradas, podrían explicar por qué la zona más exterior de la atmósfera solar está a millones de grados mientras que la superficie está mucho más fría

Comentarios

Xenófanes

Algo parecido a esa diferencia de temperatura pasa en la Tierra. La termosfera puede llegar a alcanzar los 1.500 ºC.

auroraboreal

#2
Y nuestro núcleo tiene una temperatura superior a los 4.000 ºC.
http://www.igme.es/geotermia/La%20energ%EDa%20geot%E9rmica.htm

Pero nosotros no somos una estrella ni hay nanollamaradas...excepto algún despistado que se deja el fuego encendido en algún sitio

neo1999

En algún lugar he leído algo sobre la teoría del sol frío, en la que afirman que el sol realmente es un emisor de una alta radiación que al entrar en contacto con la atmósfera terrestre desprende calor pero que en realidad no desprende calor.
Quizá alguien con más conocimiento pueda aportar algo sobre esta idea.

kmon

#4 obvio! cuanto más asciendes una montaña hace más frío!

neo1999

#5 Vale muchas gracias

thror

#4 A ver si esto te vale de algo

Xenófanes

#4 Si eso fuera cierto no haría falta el escudo térmico de la sonda que mandaron hace poco.

https://es.gizmodo.com/asi-funciona-el-escudo-termico-que-permitira-a-la-sonda-1828328098

p

¿"...mientras que la superficie está mucho menos caliente."?

kmon

#1 se considera superficie a la zona de la que emana la luz visible, la fotosfera, aunque obviamente no es sólido, es un plasma de alta densidad

auroraboreal

#1 Sí, es suuupercurioso:

Uno de los mayores enigmas de nuestro Sol es por qué su atmósfera está a millones de grados y su superficie a «tan solo» escasos 5.000 grados, cuando, en teoría, debería ocurrir al contrario: cuanto más cerca del núcleo, más calor; cuanto más alejado, más frío.

En 1975, el astrofísico estadounidense Eugene Parker elaboró la hipótesis de que podrían existir unas pequeñas erupciones solares 1.000 millones de veces menos potentes que las erupciones normales, que subieran la temperatura de la atmósfera de nuestra estrella. Hasta la fecha, la tecnología humana no había podido captarlas para probar su existencia, que estaba relegada al ámbito de la teoría. Ahora, un investigador de la Universidad de Colorado puede haber detectado por primera vez estas raras «nanollamaradas» descritas por Parker y haber resuelto, de una vez por todas, uno de los mayores misterios del Sol. Las conclusiones se acaban de publicar en « Nature Astronomy».