La Antropología ha analizado la inversión de roles y marcadores de género entre sexos que se produce en algunas culturas. Pues bien, el conocimiento antropológico desmiente que se trate de prácticas que permiten a cada individuo elegir su posición en la jerarquía sexual de la sociedad según sus sentimientos. Menos aún que prueben la inexistencia de tal jerarquía sexual, porque no alteran el estatus social desigual ni la socialización diferencial basadas en el sexo en todas las culturas conocidas. Veamos varios ejemplos.
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Pronto, los que siempre acosan a los que no creyentes en "lo queer", lo acusarán de TERF, cosa que a ellos les parece terrible, por lo visto.
Un párrafo que hace pensar, aunque trata de algo ajeno al tema principal:
"Lo que resulta sorprendente es que cuando el transgenerismo apela a prácticas de otras culturas para argumentar su existencia universal es que siempre se refiere a los hombres que se… » ver todo el comentario
La autora elige un estilo muy duro, de confrontación. A más de une le van a ofender muchísimo en lo personal definiciones como "Modos de organización del sexo entre hombres" y "Castas sexuales de hombres al servicio de otros hombres, por lo general de más poder".
Realmente recuerda a los roles que operan dentro de una cárcel masculina a la antigua. Nada que ver con el "hay culturas con identidades de género diversas más alla del binarismo occidental", que suena muy decolonial y amable, pero es mentira.