Hace 10 años | Por Radion a scienceworldreport.com
Publicado hace 10 años por Radion a scienceworldreport.com

La capacidad de los cucos comunes para imitar la apariencia de los huevos de sus anfitriones se conoce desde hace siglos: lo asombroso ha sido hallar que los anfitriones luchan constantemente contra ello, creando patrones altamente reconocibles en las cáscaras de sus propios huevos, que cambian -y se hacen cada vez más intrincados- a medida que los cucos mejoran su mimetismo. Al parecer, tanto las aves de acogida como los cucos evolucionan y luchan en una carrera de supervivencia sin fin, para distinguir o para camuflar.

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Radion

La hembra del cuco deposita un solo huevo en el nido de otra ave, normalmente de pequeñas aves insectívoras; en la península Ibérica las más comunes son los carriceros y las bisbitas, aunque parasita más de 30 especies. Tras la eclosión de los huevos el cuco recién nacido se deshace o bien de los huevos si no han eclosionado o bien de los pequeños polluelos de la especie parasitada. La hembra del cuco tira del nido a aproximadamente la mitad de los huevos de la otra especie de ave y completa el nido con los de su propia nidada. Al nacer, los polluelos de cuco se deshacen de los huevos o polluelos del ave parasitada, y si hay más de 2 crías de cuco, pelean y la más fuerte tira a la otra del nido, de esa manera, solamente quedara un polluelo que alimentar. Los padres alimentan al polluelo hasta que crece a más del doble de su tamaño, hasta que finalmente, se va.

De la Wikipedia, sobre la reproducción del cuco común (cuculus canorus).