Hace tres años el arquitecto de la catedral de Valencia observó que las vigas de madera de la Lonja de los Canónigos, originales del siglo XVI, estaban muy afectadas. Envió periódicamente un informe alertando a las autoridades competentes, pero no recibió ninguna propuesta de actuación. En los últimos meses, un ataque de termitas a la madera de las vigas está acelerando el desgaste de este elemento arquitectónico que funciona como soporte, por lo que han tenido que apuntalar esta zona de la catedral para que no se venga abajo.
Comentarios
¿Y a qué espera el Arzobispado para empezar con las obras? An, no, espera...que tendrá que encargarse Patrimonio.... porque el dinero de las entradas no es para estos menesteres...claro.
Bueno, pues con la bestialidad de IBI que debe de pagar la Iglesia por sus edificios, se puede arreglar, no?
¿Han probado a rezar para que se vayan?
#2 Lo mismo es que están rezando al dios que no es.
Algo muy tipico del valenciano el mesinfotisme, asi nos va que se nos comen por los pies