Hace 5 años | Por B... a lamenteesmaravillosa.com
Publicado hace 5 años por B... a lamenteesmaravillosa.com

Cuando Sigmund Freud perdió a su hija Sophie le escribió una carta a su amigo y colega Ludwig Binswanger. En ella le explicó que en cierto modo el dolor, era una forma de seguir aferrado al amor y como tal, era mejor no desprenderse del todo de él.

Comentarios

Silvia_Folk

Me ha parecido interesante. Freud es un pensador muy criticado por el fundamentalismo científico, pero muy poco leido en sus propios textos. Recomiendo el malestar de la cultura.

D

#2 el creador de toda una disciplina del conocimiento. El primer investigador serio de l amente humana.
Y se le trata como un mindundi pervertido.
A mí sie.pre me ha llamado la atención

"Tótem y tabú" aunque superado es muy divertido de leer

L_R

#2 fundamentalismo científico? El hecho de que la mayoría de cosas que dijo fueran ideas de olla por la coca y que el tiempo ha probado como erroneas no influye en nada no?
El problema es gente como tú que habla de "fundamentalismo científico" que por cierto es un oxímoron como una casa
Y antes de que saltes soy graduado en psicología y estoy acabando el master en investigación psicológica, se de lo que hablo

ikatza

-Pero qué frase más bonita Sigmund.
-Y probablemente ella tenía sueños eróticos conmigo.
-Me acabas de recordar por qué te escribo cada vez menos.

Silvia_Folk

Su comentario es digno de análisis psicológico por lo que trasluce.

D

Que gran verdad... renunciar al dolor o a la culpa por una pérdida tan sentida es casi lo mismo que relegar a esa persona al olvido porque el amor debe ser avivado o correspondido para que perdure. Si no es así termina diluyéndose por el paso del tiempo.
El dolor por la ausencia de la persona amada es lo que a muchos nos mantiene aún en este mundo porque ese dolor proviene de la transustanciación del amor que, por las razones que sean ya no fluye en ambas direcciones como un feedback vital y necesario para la felicidad.
Es el dolor en ese caso lo único que nos mantiene unidos a esa persona que ya no está y a los buenos momentos que se compartieron.