El islote de la Fermina, más conocido como la ‘Isla del Amor’ por su pasado como ‘picadero’ para parejas sin techo común, es la gran mancha en el impecable expediente del arquitecto y artista canario César Manrique. Entre 2006 y 2008, el Gobierno canario desembolsó 2,5 millones de euros en convertir en realidad uno de los grandes proyectos póstumos de Manrique. Tras su inauguración, se cerró a los a los pocos días. Lleva casi ocho años abandonado y carcomido por el vandalismo.
Comentarios
Yo de lo que estoy harto es del supuesto arte en el que a veces se gastan pastas exorbitantes, edificios que no tienen uso o se mantienen cerradas. Y no creo que sea por amor al arte, sino a la pela. Con el arte me da que chupa barbaridad de gente y con dinero publico.
Me parece increíble que se llame "legado de César Manrique" a que, tras diez años muerto, alguien hiciera un destrozo con planos suyos. Seguro que si hubiera estado vivo la obra habría sido acorde a su obra. De legado nada.
Precisos como el gobierno se ocupa de que los jovenes y no tan jovenes tengan ese precisos paraje para expresar sus inquietudes artisticas y existenciales.