Hace 9 años | Por ewok a gciencia.com
Publicado hace 9 años por ewok a gciencia.com

Antes de la industria farmacéutica, boticas y laboratorios de Galicia lanzaban sus marcas de medicamentos. A finales del siglo XIX, los periódicos se llenan de anuncios que pregonan los remedios más milagrosos. Todo parece tener cura gracias a pomadas, unturas, píldoras y jarabes fabricados a pequeña escala.

Comentarios

Shotokax

Camilo José Cela, en su obra “San Camilo 1936”, menciona el “Ladillol” en un pasaje: “La tísica Lupita le pone la zancadilla y el hermano marista se estrella contra una tapia que anuncia el Ladillol, destruye radicalmente los pedículus del pubis, Laboratorios Orzán”.

Menciona más tarde otros de la competencia, como “Mataladillas Bomba”, de Laboratorios Burriana, en Castellón. O el “Aceite de Lion”, de laboratorio Castillón, de Madrid. Pero el gran rival de “Ladillol” será, durante la República, la Guerra Civil y la postguerra, otro fármaco con dos slogans muy logrados: “El aceite inglés: ladilla que toca, muerta es”; o bien “El aceite inglés… todo el mundo sabe para lo que es”.



¿Esto no tendría que ir en humor? lol

@sacreew esta noticia es para ti, maestro.

D

#1 Menos mal que hablas en broma, si me tomase en serio las acusaciones sobre mi persona y las depravaciones. Lo mismo me deprimía y tal.

ewok

Apunto un par de curiosidades: los Bescansa que menciona el artículo son antepasados de Carolina Bescansa, la dirigente de Podemos, boticarios compostelanos muy conocidos. Y Reagan además del anticanas que usaba siendo actor, tuvo luego un director de campaña gallego (igual recomendado por su boticario).

Robus

Desde la ignorancia... ¿no habría sido más fácil depilarse y ya...?