Hace 8 años | Por croucho a europapress.es
Publicado hace 8 años por croucho a europapress.es

Al parecer la receptora de tal regalo era una joven de unos 18 o 19 años llamada Gabriel Berlatier, hija de un granjero y que trabajaba en un burdel parisino de la calle Rue du Bout en Arlés, donde estaba registrada como empleada doméstica debido a su corta edad.

Comentarios

p

Ahora sólo les falta encontrar la oreja. ¿La tendrá todavía alguien, conservada en formol?

LuisPas

si guarda el recibo lo mismo lo puede devolver

D

lo que debía de cascar la tía...

Usul._.

Mu joven no creo que la hayan encontrado

D

Melafo.

D

"Estaba con la oreja puesta..."

D

Siempre me he preguntado que cojones se te tiene que pasar por la cabeza para cortarte una oreja a pelo y regalársela a una puta (o a quien sea). Bueno, y la cara de la chavala, que también tuvo que ser un poema.