Hace 9 años | Por nanobot a revistavanityfair.es
Publicado hace 9 años por nanobot a revistavanityfair.es

Ni Cazafantasmas ni ¿Quién engañó a Roger Rabbit? empezaban con un cartelito de "en una sociedad distópica, fantasmas/dibujos conviven con los seres humanos en co-existencia". En los 80 no había tiempo que perder en chorradas: la película empezaba y se explicaba a sí misma. Esa inocencia implicaba que en aquellas pelis en las que el protagonista sí alucinaba al descubrir el fenómeno paranormal de turno tardaba dos (tronchantes) escenas en darse cuenta de que no había amenaza que temer.

Comentarios

Mister_Lala

Cine de verdad, que entretenía, y que cada película era novedosa. Te acercas ahora a la cartelera de un cine, y sólo ves copias de copias, y refritos. Y digo te acercas, porque entrar es un robo a mano armada.

Nova6K0

Por eso, y especialmente, si juntas ahora copyright y "mainstream" y alguno se pone hablar de creatividad, a mí particularmente me da la risa...

Salu2

LuisPas

al turron que se llama

D

Cuando había aún quién no trataba a los espectadores como retrasados.

Socavador

Narrativa audiovisual, que se llama.