Siempre me había sorprendido que en las solapas de los libros de Anne Applebaum (Washington, 1964) se consignase el nombre de su esposo: Radoslaw Sikorski. En 1981 este joven se marchó al Reino Unido tras haberse comprometido en la lucha contra el régimen comunista, se formó en Oxford y trabajó como periodista de internacional. Volvió a Polonia en 1989. Dos años después se publicaba en The New York Times la noticia de su boda. De allí extraigo la información. El padre de la mujer prometida era...
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Antiguos amigos de la historiadora o personas de la élite conservadora que conoció –valdría por Boris Johnson, Rafael Bardají de Vox o una periodista de la Fox– han traicionado esa fe en la democracia. En lugar de ensanchar el campo de la convivencia liberal, abrieron vías para que el nacionalismo identitario exaltase las pasiones de la ciudadanía. Al constatarlo, en el plano personal e ideológico, ella descubre que su mundo ya es otro. Su ejercicio de honestidad la reafirma como uno de los faros intelectuales de nuestro tiempo.
Me leí el libro al que hace referencia el artículo. Básicamente era una crítica desde un punto de vista de derecha liberal a la derecha populista tipo la Hungria de Fidesz o la Polonia de PiS.
Tambien escribía como hay que empujar contra los que justifican el autoritarismo, que la democracia no se defiende sola.
Su estilo de escritura sobre política, tan novelado, no me acabo de convencer.
... socio de un bufete de abogados –Covington & Burling– y la madre, coordinadora voluntaria de la que por entonces era la institucional cultural más grande de Washington. De Anne se decía que se había formado en parte en Oxford y en parte en la London School, pero fue en Yale donde obtuvo la licenciatura summa cum laude 1a...