Hace 6 años | Por --546793-- a nytimes.com
Publicado hace 6 años por --546793-- a nytimes.com

LAIKIPIA, Kenia — Dos hombres mayores, con sus deteriorados sombreros vaqueros sujetados con cordeles bajo la barbilla, estaban parados en la orilla de una granja vacía, tapándose la boca con incredulidad. Sus casas –unas cabañas de madera– estaban destrozadas. Les habían robado todo el ganado, las gallinas. Una casa tras otra estaban vacías, sin ninguna alma a la vista. Era como si una enorme fuerza se hubiese disparado sobre la aldea y hubiese arrasado con toda la vida.

Comentarios

D

La mayoría lo que quiere es que no vengan a delinquir a Europa cry

Luego están los que vienen, pero vuelven a practicar la ablación a "sus hijas".

D

Es paradigma bastante curioso, cuando más jodido estás, más hijos se tienen, ybesonen el fondo es una bomba de relojería

U

"Los aumentos de la población, el cambio climático, la degradación del suelo, la erosión, la cacería furtiva, los precios mundiales de los alimentos y hasta los beneficios de la clase acomodada están ejerciendo una presión increíble sobre la tierra en África."