El mapa incluye todos los trayectos existentes en aquel momento y, además, incorpora los principales monumentos y ciudades de toda la Unión Soviética. Es especialmente llamativa la estética utilizada, con un marcado carácter modernista, tanto en las ilustraciones como en las rosas de los vientos. Por cierto, son necesarias múltiples rosas de los vientos para mostrar que el mapa no está exactamente orientado este-oeste, sino que la proyección utilizada curva el territorio para minimizar la deformación del mismo.