Hace 3 años | Por Ergo a urbanosenlared.com.ar
Publicado hace 3 años por Ergo a urbanosenlared.com.ar

Pasó más de veinte años trabajando como guarda forestal, gestionando madera. La observación y la curiosidad le llevaron a querer saber más de lo que ocurría en el bosque y lo hizo a fondo. Convertido ya en un gran experto, su libro La vida secreta de los árboles fue un superventas y llevado al cine en el 2020. Ahora edita en España El vínculo secreto entre el hombre y la naturaleza (Obelisco), en el que cuenta los últimos y sorprendentes descubrimientos científicos sobre el comportamiento de los bosques y sobre lo que nos une a el

Comentarios

D

Veganos asesinos

Amperobonus

#4 Inviegnos buenos

albandy

#4 Y no olvidemos que se comen muchas plantas todavía vivas con todo el sufrimiento añadido que ello conlleva.

D

Intenté leer su libro, pero entre el regusto magufista pachamamenero y la prosa sobrecargada fui totalmente incapaz de pasar de la página 40.

Ergo

#1 Por si algún día lo retomas

AMOR - pág. 25:
Algunas especies impiden la consanguinidad de manera especial-
mente consecuente, de forma que un individuo sólo tiene un sexo.
Así, existen sauces macho y sauces hembra, por lo que forzosamente
no pueden fecundarse a sí mismos, sino sólo pueden serlo por otros
ejemplares. No obstante, el sauce no es en realidad un árbol de bosque.
Se propagan sólo en lugares donde todavía no existe un bosque. Como
en estas zonas crecen miles de hierbas y arbustos que florecen, éstos
atraen a las abejas, las cuales también polinizan a los sauces. Sin em-
bargo, surge un problema: las abejas deben volar primero hasta los
sauces masculinos, tomar allí el polen y después transportarlo hasta
los árboles femeninos. Si se produjera al revés no tendría lugar la fe-
cundación. ¿Cómo se hace como árbol si ambos sexos deben florecer
al mismo tiempo? Los científicos descubrieron que todos los sauces
desprenden un olor que atrae a las abejas. Cuando las abejas llegan a la
zona es la vista lo que rige. Con este objetivo los sauces masculinos se
esfuerzan con sus amentos de color amarillo claro. Esto llama en pri-
mer lugar la atención de las abejas. Una vez las abejas han tenido su
primer festín de azúcar, cambian y visitan las poco aparentes flores
verdosas de los sauces femeninos.

D

Pues entonces que no sean tan listas y paguen impuestos también

garuse

Y de comer insectos, ni hablamos no?