Hace 5 años | Por MKitus a yorokobu.es
Publicado hace 5 años por MKitus a yorokobu.es

La gestión de los temores es una habilidad indispensable para el niño y futuro adulto. Hay que considerar a la literatura de terror como un instrumento de resilencia y de control: «Les permite explorar y comprender sus propias reacciones de miedo en un entorno que pueden controlar a su ritmo». «Dosificar adecuadamente terror y humor resulta fundamental para que el joven lector sienta que él controla la situación y para que la lectura resulte una experiencia divertida y gratificante».

Comentarios

Dravot

#2 en los tiempos en que sólo era radio, era otra cosa... lol

D

#2 ¿miedo?

MKitus

#4 Yep. Entre miedo y asco.

D

#5 y lujuria. Que "argumentos", que rotundidad...

ElPerroDeLosCinco

#2 Pues a mí me pone bastante. Soy de los que piensan que en mujeres, "es bueno que hayga".

Dravot

porque pasan tanto miedo que de grandes ya no le tienen miedo a nada... a mi me pasó con Iker Jiménez.

MKitus

#1 Da más miedo su mujer.

D

El genero tiene tantos subgéneros y grados de casquería mental...digamos que estoy de acuedo, con moderación. Es algo que ENCANTA a los crios.

Os contaré un secreto...mis dramatizaciones libres poniendo voces de algunos cuentos de la Saga de "Fafherd y el Ratonero", de Lankmar, eran muy apreciados por mis sobris...

"Y la bruja pellizco la cola al gato para que maullase y asustase a los bandidos..."

Meinster

Estoy en parte de acuerdo con el artículo. Creo necesarias las historias de terror para los niños, principalmente porque gustan de ellas, sienten un dualismo horror/atracción hacia ellas, les dan miedo pero quieren conocerlas. También como dice les sirve para poder enfrentrarse a sus propios miedos.
Lo que no considero es los relatos que proponen, son relatos de aventuras/humor con toques oscuros, no realmente relatos de terror para niños, pueden ser recomendables por su calidad o su diversión pero no por su terror.
¿Por qué no los grandes clásicos? ¿Los cuentos de niños de toda la vida? Por ejemplo Perrault, su Barba azul, Caperucita Roja o Pulgarcito son relatos de terror puro sin espacio para el humor, enfrentan al lector (u oyente) a miedos atávicos, directos, cuentos maravillosos que han perdurado por siglos y seguirán en el imaginario colectivo mucho después que esos relatos que recomiendan hayan caido en el olvido ¿por qué? quizás por su propuesta de terror sea la mejor aceptada por los niños, terror que atrae, que fascina y que perdura.

Por cierto, sigo riéndome con las pelis de Buster Keaton.

S

historias de terror ya tendrán cuando sean mayores