Un estudio indaga en el curioso fenómeno de llamar a nuestras personas cercanas por el nombre de otras, descubriendo cuáles son los patrones comunes en estos errores.
Muy interesante. Mi teoría personal es que la mayoría de estos fallos se producen cuando una persona ocupa el "rol" que habitualmente corresponde a otra. Por ejemplo, si un hermano se porta mal con frecuencia y otro no, cuando su madre regañe al hijo "bueno" es fácil que se le escape el nombre del "malo". Y así con todo tipo de situaciones: cuando vas a explicar algo a alguien, se te escapa el nombre de la persona a la que sueles dar explicaciones por ejemplo en el trabajo, o el caso típico de pronunciar el nombre de tu ex en un momento romántico con una nueva pareja...
#2 yo le cambio el nombre a mi ahijada por el de mi novia cuando la peque no me hace caso y me da rabia cuando se me escapa con gente delante La cosa es qué que yo sepa mi novia si me hace caso, así que no se pq se me cruzan las neuronas.
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Muy interesante. Mi teoría personal es que la mayoría de estos fallos se producen cuando una persona ocupa el "rol" que habitualmente corresponde a otra. Por ejemplo, si un hermano se porta mal con frecuencia y otro no, cuando su madre regañe al hijo "bueno" es fácil que se le escape el nombre del "malo". Y así con todo tipo de situaciones: cuando vas a explicar algo a alguien, se te escapa el nombre de la persona a la que sueles dar explicaciones por ejemplo en el trabajo, o el caso típico de pronunciar el nombre de tu ex en un momento romántico con una nueva pareja...
#2 yo le cambio el nombre a mi ahijada por el de mi novia cuando la peque no me hace caso y me da rabia cuando se me escapa con gente delante
La cosa es qué que yo sepa mi novia si me hace caso, así que no se pq se me cruzan las neuronas.
#2 Mi hermana mayor cuando reñia a la gata se le escaba mi nombre.
Yo me llamo Forrest Gump, todos me llaman Forrest Gump
Así lo confirma a EL ESPAÑOL la recién doctorada neurocientífica y psicóloga de la Universidad de Duke (EEUU) Samantha Deffler
Me juego todo mi karma a que Samantha Deffler no ha oído hablar nunca de EL ESPAÑOL
Tommy, como mi perro
Si tienes dos hijos, inevitablemente vas a mezclar los nombres, sobretodo si te sacan de quicio. Supongo que con más de dos, ya será la repera.