¡Toma! Otro artículo sobre los 80. Nostalgia a tope, recuerdos de un tiempo dorado en el que íbamos desfaciendo entuertos del gobierno montados en nuestras bicis (con amortiguador central). Pues… más bien creo que no. Recordar los desplazamientos de esa época es, como vamos a ver, ser conscientes de humo de diversas procedencias por todos los sitios, carreteras nacionales en las que cien kilómetros era una odisea y —en fin— jugarse la vida y estar inscritos en un modelo de transporte que también nos cuenta cosas sobre nuestra cultura y sociedad
Comentarios
o con medio cuerpo fuera de las ventanas, mientras el tren entraba en un túnel negro como la boca de un lobo
Que tiempos, recuerdo cuando íbamos en la renfe en el vagón del correo con la puerta abierta, y fumando....
Y acostándonos en Atocha para levantarnos llegando a Cádiz con las orejas más cuadradas que el adoquín-almohada de la litera.
#3 O el tren Vigo-Cádiz, qué maravilla
#4 En ese el planchado sería doble... ¡Hostias, todavía me duele!
Por cierto que los viajes en coche a Vigo antes de la autopista también tenían lo suyo, lo mejor el bocata de jamón en A Cañiza
#5 Los viajes a Galicia en coche eran la hostia. Recuerdo con cariño los Puertos de la Portilla y El Padornelo, que como tuvieses un camión o un autocar en el carril de enfrente en una curva, ya la tenías liada; incluso había un punto en que pasabas junto a una cruz en honor del ingeniero que llevó el proyecto, que se despeñó allí mientras hacían la carretera
#6 Sobre el Padornelo o La Canda (no sabría decir cual, pero el más largo) te cuento algo que me has recordado: en el 84 me salió trabajo en Tui para el 1 de Enero y fui con un amigo días antes (sobre el 27 o 28) a estudiar el asunto y buscar alojamiento... Pues bien, estando dentro del túnel cayó fuera tal nevada que nos quedamos atascados dentro y a pesar de estar a más de 200 m de la boca del túnel la ventisca de nieve nos llegaba como impulsada por un ventilador. Nuestro problema es que no fuimos capaces de poner las cadenas al Simca 1000 (*) porque se nos helaban las manos en pocos segundos al intentarlo (además de nuestra torpeza en el asunto, claro). Afortunadamente se coscó de nuestro agobio un camionero zamorano que nos echó una mano. ¡Qué susto, leches! Aprieto que no olvidaré.
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#7 Tenían sus días los jodidos puertos. Mis dieses por el Simca 1000
#9
#10 Mi viejo tenía un 850. Recuerdo con mucho cariño, además de lo de ponerle las cadenas, lo de cambiarle la correa del ventilador, que la muy jodía tenía la costumbre de romperse en el puerto de La Canda, verano tras verano, y mi viejo tendía a ponerse muy nervioso con las pequeñas alegrías que daban los SEAT, lo que a su vez ralentizaba aún más el tedioso procedimiento de cambio de correa, generando unos magníficos atascos, lo que volvía a poner más nervioso a mi viejo, y así hasta que aparecían los motoristas de la Guardia Civil a hacerle el cambio de la correa
#11 Bendita Benemérita entonces...
Yo en una ocasión hube de hacer noche en Requejo (creo que se llama así), pueblo antes de la subida, por un problema con pérdida de Valvolina; este era ya un Citroen GS, todo un cochazo entonces y mira...
Qué tiempos, ahora te plantas en cuatro horas sin soltar la quinta.
#12 Y todavía llegas el último de la carrera, que te va pasando cada uno...
#13 Así es, esto se nos va petando de (*)
(*) Simcas 1000, claro
El tren de la Robla con sus asientos de madera del estilo de los que hay instalados en los parques hoy en día. Te daba tiempo a bajar y echar una meada, pegabas una carrera y subías de nuevo al tren.