Se estima que si se doblase el sueldo de estas trabajadoras conseguirían solventar las necesidades de sus familias. Según la citada organización, la cantidad necesaria para vivir dignamente debería alcanzar los 108 euros mensuales.Este aumento de sueldo tan sólo supondría para las empresas trasnacionales de la moda un pequeño porcentaje, entre un 0,5% y un 3% de aumento en el precio final de sus productos. Así, en el caso de doblar los salarios a los trabajadores, una camiseta de 20 euros, sólo aumentaría entre 10 y 50 céntimos en su precio.
Comentarios
Si pagasemos 10 centimos mas por camiseta solo conseguiriamos que el empresario ganase 10 centimos mas por camiseta, normalmente obtienen beneficios de sobra para pagarle eso a sus emplados.
Si realmente llegan a manos de los trabajadores pagaría encantada no 10 centimos mas, si no 20 o 50 céntimos. Lamentablemente estoy de acuerdo con #1
Sintiéndolo mucho, tengo que estar de acuerdo con #1
Yo entiendo que la campaña es para que la opinión pública presione a los fabricantes... pero también lo veo muy complicado como #1
#1 Eso y más.
#1 muy de acuerdo contigo, ademas tengo que añadir, que así funciona "el comercio justo" le pagan al productor esos diez centimos mas de los que se hablan, pero a nosotros nos van a cobrar dos o tres euros mas. Yo lo de comercio justo, me parece que es una estafa, apelando a que es una causa solidaria.
Los ricos nos hacen responsables siempre a nosotros de los problemas del mundo. Es increíble la capacidad que tienen para parecer los buenos de la película. ¿Acaso los empresarios no ganan suficiente para pagar esos 10 centimos por camiseta? Pues claro que sí. Pero no, es el usuario el que debería aportar ese dinero extra, no sea que al empresario no le llegue para comprarse un yate. Es así con todo, te dicen: no gastes agua, es un bien escaso; y luego se construyen diez campos de golf. Te dicen: recicla, piensa en el planeta; y luego ellos contaminan sin control y pagan la multa que haga falta para eludir los controles de medio ambiente. Te dicen: Hacienda somos todos, no defraudes; y ellos hacen mil tranfullas, ponen patrimonio a otros nombres, etc. Es de risa. O de llanto.
Tranfullas, por cierto, bonita palabra.