Pasa en el campus de La Merced. Aquí, las 16 limpiadoras de la universidad se cambian, meriendan y pasan su tiempo de descanso en los sótanos del aulario junto a los trastos viejos, ratones y cucharachas. Pero lo peor no esto sino que sólo pueden acceder a esta sala a través de un ascensor: no hay puerta de emergencias. En caso de apagón o incendio no podrían salir de ahí. Además, el ruido de las máquinas es insoportable, como pudo comprobar 20minutos.
Comentarios
¿Las ratas tienen un cuarto específico? Wow, qué organización...
¿Las ratas tienen cuarto? Juas, qué lujo
En fin, al margen de lo amarillista del titular... Deberían protestar y/o ejercer su derecho a huelga.
#2, o denunciar a la inspección sanitaria.