El partido socialista siempre estuvo en los EEUU. Lo más que han llegado a conseguir es un 2% de los votos, que son algo así como un millon de votantes. Pero el sistema bipartidista impide que grupos minoritarios obtengan ninguna representación.
Antes estos movimientos estaban cuasi perseguidos y mal mirados. En cambio ahora están siendo apoyados por multitud de asociaciones y no se esconden, al contrario se manifiestan y mucho públicamente.
En EE. UU. hay muchísimas organizaciones que no son partidos políticos y que mandan mucho. Además de los lobbys existen sociedades laicas y religiosas que presionan, sobre todo en los municipios. Es una sociedad mucho más participativa que la española. Hasta en mi comunidad de vecinos vamos a las reuniones del ayntamiento para hacer presión cuando queremos algo. Eso sí, el socialismo ni en pintura, por su tradición capitalista.
Comentarios
#0 Empezando
El partido socialista siempre estuvo en los EEUU. Lo más que han llegado a conseguir es un 2% de los votos, que son algo así como un millon de votantes. Pero el sistema bipartidista impide que grupos minoritarios obtengan ninguna representación.
Sí, es verdad, pero los estaba a título anecdótico. Ahora parece que la cosa está cambiando. Es lo que da a entender esta noticia
Antes estos movimientos estaban cuasi perseguidos y mal mirados. En cambio ahora están siendo apoyados por multitud de asociaciones y no se esconden, al contrario se manifiestan y mucho públicamente.
no creo que ningún partido político sea la solución.
Empezando, porfa...
En EE. UU. hay muchísimas organizaciones que no son partidos políticos y que mandan mucho. Además de los lobbys existen sociedades laicas y religiosas que presionan, sobre todo en los municipios. Es una sociedad mucho más participativa que la española. Hasta en mi comunidad de vecinos vamos a las reuniones del ayntamiento para hacer presión cuando queremos algo. Eso sí, el socialismo ni en pintura, por su tradición capitalista.
Eso ya se verá. Las fotos que ilustran el artículo son muy significativas.
Y está claro que son sorprendentes. A mí, desde luego, me han sorprendido