Anarquistas de los centros sociales atacaron ayer por la noche uno de los restaurantes de lujo màs conocidos del centro de Turin en protesta por la nueva creaciòn de los polémicos CIE (Centro de Identificaciòn y Expulsiòn) de emigrantes. Para combatir esta nueva ley del gobierno Berlusconi los anarquistas de Turìn han decidido declarar la guerra a los ricos. De este modo, ayer por la noche seis individuos encapuchados accedieron al interior del citado local después de llamar al timbre y procedieron a llenar de excrementos el restaurante.
Comentarios
Muy bien. Bravo. Me quito el sombrero. La alta cocina es como una célula cancerosa que pudre todo lo que toca. Los tumores hay que extirparlos de raíz, si no, vuelven a reproducirse. De hecho, yo enviaría las caquitas de sus restaurantes al espacio etéreo. Son altamente contaminantes.
Seguro que el restaurante coge las mierdas, las retocan y se las sirven a los clientes por 500 €.
#1 Còmo que no?
http://locali.data.kataweb.it/storage/kpm2gloc/images/2009/03/22/2386140.jpeg
Bàsicamente, visto que no he podido terminar la traducciòn, sintetizo. Entraron a la sala principal del restaurante y se pusieron a lanzar mierda contra los comensales hacia las 20:40h de la tarde mientras reivindicaban libertad para los inmigrantes. Cuando terminaron escaparon y desde el interior del local avisaron a la policìa, de todas formas parece que no hay detenidos de momento. Por otra parte, en la ediciòn de La Stampa, publican algunas entrevistas a los comensales en las que hay quien se lamenta de haber arruinado su traje y zapatos y se pregunta si el local estaba asegurado.
Vaya cagada...
#4 ya ves, sin balas ni bombas, sin hacer ni un rasguño. No está de moda no.
Utilizan el mismo tipo de munición que los chimpancés ¿Coincidencia?
#8 100% de acuerdo con eso.
Por eso yo no voy a restaurantes de lujo!!!!
#11 lol
El excremento era también de lujo?
.
puaj, menos mal que no hay foto descriptiva
#2 o estoy cegato o tienes muy buena vista, yo no distingo na
Mierda contra la mierda. No está mal.
Merecen una buena temporada en la cárcel