Las afirmaciones de la religión no pueden ser objeto de conocimiento teórico. El sentimiento por parte del hombre de la conciencia de su culpa constante y su aspiración a la felicidad engendran en él la fe en un dios que castiga y ama; pero no puede haber pruebas de la veracidad de esta fe. Todos los dogmas de las religiones resultan, a la luz de esta concepción, subjetivos y arbitrarios.
Se sigue confundiendo a las personas dogmáticas y fanáticas que a veces siguen o dirigen un movimiento religioso con Dios (por encima del monopolio que pretenda hacer cualquie religión).
Es respetable que se diga que no se cree, pero estos argumentos mezclan las críticas a los religiosos con el sentido religioso de otras personas.
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Se sigue confundiendo a las personas dogmáticas y fanáticas que a veces siguen o dirigen un movimiento religioso con Dios (por encima del monopolio que pretenda hacer cualquie religión).
Es respetable que se diga que no se cree, pero estos argumentos mezclan las críticas a los religiosos con el sentido religioso de otras personas.
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