Si empezamos confundiendo el concepto de víctima con el de culpable, mal vamos.
No hay ni uno limpio
¿pero no empezó la trama de financiación con el caso Naseiro?
Romay Beccaría se parece asombrosamente a Adolf Todó.
Queremos de saber.
Cuando yo llegué ya estaba así. Yo simplemente lo continué.
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Si empezamos confundiendo el concepto de víctima con el de culpable, mal vamos.
No hay ni uno limpio
¿pero no empezó la trama de financiación con el caso Naseiro?
Romay Beccaría se parece asombrosamente a Adolf Todó.
Queremos de saber.
Cuando yo llegué ya estaba así. Yo simplemente lo continué.