Blackout, el último disco de la cantante estadounidense Britney Spears y el primero en cuatro años, ha salido hoy a la venta, aunque rodeado de polémica por las fotografías en las que aparece sentada sobre las piernas de un hombre vestido de sacerdote. El presidente de la Liga Católica de Estados Unidos, Bill Donahue, ha señalado que las imágenes de la cantante que aparecen en un libreto incluido en el disco son de "muy mal gusto".
Comentarios
Al que ha irritado es al sacerdote, que no para de echarse reflex, le ha crujido las rodillas.
Ya. Es que hubiera sido más verídico si en vez de Britney hubiera aparecido un monaguillo o una chiquilla más pequeña...
Si no vendes un p*to disco, monta un escándalo para conseguir publicidad gratuíta...
Lógico que se enfade la Iglesia, sabéis la cantidad de curas que hubieran querido la oportunidad y seguro que cogieron a un actor...
Hasta ateo se metía a cura.