Operaba en Marconi, Casa de Campo y Alcalá de Henares. Sólo su nombre inspira terror en el mundillo criminal rumano. Dorel conduce un BMW, pero si quiere un coche sólo tiene que pedírselo a su dueño. La reputación de Dorel, forjada a base de tirar a sus rivales literalmente por la ventana y otros episodios violentos, se extiende más allá de la prostitución, hasta el resto de delitos cultivados por rumanos: extorsión, clonación de tarjetas, robo de cobre y butrones. Si algún rumano quiere delinquir en Madrid tiene que pagarle una cantidad.
Comentarios
Pues fácil. A la cárcel y de vuelta a su país.
#1 yo le metia un tiro a la nuca y al basurero
pues ala, a controlar el chiringuito desde prisión, como Pablo Escobar....
Curioso retrato el que le hacen en un "blog" de Publico.es:
"El proxeneta que amaba los outlet"
http://blogs.publico.es/oscar-fonseca/74/el-proxeneta-que-amaba-los-outlet/
Bueno es la 14ª vez que lo detienen, ¿quien dice que esta vez sera diferente? La justicia española es una autentica maravilla si señor.