“Dame tu número de placa”, gritó hasta cien veces uno de los damnificados por la carga policial, frente a la risueña cara del agente, bien respaldado por una docena de sus compañeros, que formaban un cerco ante el Palacio de Justicia de Murcia. No obtuvo respuesta. El guardia tampoco llevaba visible en ningún lugar del uniforme su número identificativo, como manda la ley. “Dámelo; es mi derecho constitucional. […] Me has dado una patada en los cojones”, apostilló el indignado, obteniendo una mueca burlona como única contestación.
Comentarios
Ser un chorizo como Cámara sale barato en Españistán.
En cambio, alzar la voz y protestar pacificamente -como este caso- contra lo que a todas luces es un abuso de poder sale muy caro, fisica y monetariamente.
Ante tales hechos,los mineros están habriendo el camino a seguir.Defenderse de una agresión no es violencia,es un derecho.
Ante la impunidad que obtienen con su ilegal anónimato... ¿qué hacer?
Yo digo que el anónimato de un antidisturbios hijodeputa sería imposible sin la colaboración de los antidisturbios no hijodeputas.
Y por eso, por ser cómplices de la impunidad, no tendría pena de que pagaran justos por pecadores.
#2 A alguien se le puede ir la olla un día, entrar en una comisaría y liarla. Están tensando demasiado la cuerda.
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twitter.comDos hechos distintos y sin relación son dos hechos distintos y sin relación. Es como decir que mientras yo estoy en paro otros tienen trabajo.